United States or Sri Lanka ? Vote for the TOP Country of the Week !


Al volver a ver la casa del Tarumbo, recordé las «cosas» de éste y hablé de ellas al médico. Yo no me dijo , si es un hombre feliz o un desdichado, pasándose la vida, como se la pasa, desviviéndose por los negocios ajenos y abandonando los propios. Desde luego es su manía de lo más original que he conocido. No siempre la extrema hasta el punto que usted ha visto hoy; pero le falta muy poco.

Se satisfacía teniéndolo horas enteras paseando frente a su casa, con la obligación de escucharle y apoyar todas sus palabras. Algunas veces, Gabriel sentía lástima ante la dependencia moral en que vivía el pobre joven, y abandonando a su sobrina, salía al claustro para unirse a ellos.

Así que llegaba, el señor Novillo se sentaba en un largo diván de piel verde, debajo de un espejo, velado por un tul, verde también, y dejaba caer el vientre entre las piernas, a que se reposase sobre el diván. Apolonio, abandonando el mostrador, donde, con ademán lento y religioso, trazaba diseños y cortaba pieles, venía al lado del señor Novillo y dejaba asimismo caer el vientre sobre el diván.

Una nueva explicación del mundo empieza a ser necesaria para las inteligencias abiertas de la Europa y de la América, y la inician en el último siglo las ciencias positivas, prescindiendo del origen incognoscible de las cosas para explicar los hechos naturales por sus causas naturales; abandonando el porqué se producen, que hasta aquí ha separado a los hombres en fieles e infieles, enconados y enfurecidos recíprocamente sobre su diferente explicación a priori de los misterios del universo, para contraerse a investigar el cómo se producen, que siendo uno mismo para todos los observadores, constituye un capital común para los hombres de todas las razas, de todos los colores, los lugares y los climas, un vínculo de acercamiento recíproco para beneficio mutuo.

El ruso, que conocía á los políticos avanzados, le estaba dando cuenta de las gestiones realizadas por Jaurés para mantener la paz. Aún había muchos que sentían esperanzas. El, Tchernoff, comentaba estas ilusiones con su sonrisa de esfinge achatada. Tenía sus motivos para dudar... Pero sonó el timbre otra vez, y el español corrió á abrir, abandonando á su amigo. Un señor deseaba ver á Julio.

El partido ultracatólico, ¿ha desechado jamás la cooperación del jesuitismo? Pero ya es demasiado detenerme sobre este punto. Facundo en San Juan ocupó su tiempo en jugar, abandonando a las autoridades el cuidado de reunirle las sumas que necesitaba para resarcirse de los gastos que le imponía la defensa de la religión.

Y precisamente en el momento en que la orquesta tocaba para empezar el segundo acto, nuestros jóvenes se levantaron abandonando el teatro con escándalo de toda la sala. Simoun en efecto no había ido al teatro.

En ese sentido, la América ha dado ya pasos definitivos en una vía inmejorable, abandonando tanto el viejo gusto por los prestigios personales, como por las utopías generosas pero efímeras de una organización política basada en teorías seductoras al espíritu, pero en completa oposición con las exigencias positivas de la naturaleza humana.

Hasta se levantó de su asiento, abandonando el juego para oir al coronel. Quiso llevárselo al bar, afirmando que ante un whisky se habla mejor, y Toledo adivinó por su aliento que ya llevaba bebidos algunos para celebrar su buena suerte. Lewis estaba dispuesto á servir á su amigo Lubimoff.

El Gobernador Bellingham, que durante los últimos momentos había tenido fijas en el ministro las ansiosas miradas, abandonando ahora su puesto en la procesión, se adelantó para prestarle auxilio, creyendo, por el aspecto del Sr. Dimmesdale, que de lo contrario caería al suelo.