United States or Australia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Años de muchos lances fueron aquellos para la destartalada, sucia, incómoda, desapacible y obscura villa! Sin embargo, no era ya Madrid aquel lugarón fastuoso del tiempo de los reyes tudescos; sus gloriosas jornadas del 2 de Mayo y del 3 de Diciembre, su iniciativa en los asuntos políticos, la enaltecían, sobremanera.

Cuando los acontecimientos políticos le dieron respiro, vino a establecerse a Madrid, donde vivía su hermana, casada con el conserje de la casa de Aransis.

Por lo tanto, puedes considerar ya á tu amigo Homobono hecho un diputado y sentado en los escaños del Congreso, no para ser, como la inmensa mayoría de nuestros políticos, un fiel observador del derecho y estado reinantes, sino para pensar y obrar en el espíritu del derecho eterno.

Entonces fueron proscritos esos venerandos objetos, que otras naciones, verdaderamente tolerantes y liberales, creen muy compatibles con lo que se llama regeneracion social en nuestro siglo de gongorismos políticos. Capilla de Nuestra Señora de Villaviciosa.

Doña Bernarda no llegó a sospechar el motivo por el cual su hijo se levantó al día siguiente pálido y ojeroso como quien ha pasado una mala noche. Tampoco sus amigos políticos adivinaron por la tarde la razón por la que Rafael, haciendo buen tiempo, fuese a encerrarse en la atmósfera densa del Casino.

El espíritu de investigación que está revisando, reformando, rehaciendo y renovando todas las ideas de los hombres sobre el universo y la vida, que nada ni nadie ha podido detener antes, que cada día es más vigoroso, más amplio y más decidido, y que está paseando la antorcha de la Ciencia hasta por los terrenos vedados a la razón humana por la palabra divina, viene también, detrás de los fugitivos de Francia y de Filipinas, a rescatar para la moral del amor y de la simpatía, del pensamiento y la acción, esta América del Sud, que fue consagrada a la moral del infierno y al servilismo espiritual por sus primeros colonizadores, y que ha sido desde entonces un infierno de odios y rencores, de esterilidad mental y de persecuciones y atrocidades sin cuento, simplemente porque los caudillos políticos acudieron a los mismos resortes de gobierno que la religión había implantado en el alma de los sudamericanos; el miedo al mal y la resignación para aguantarlo pasivamente.

Una noche le sorprendió la policía, y cerrando la imprenta se llevó al dueño al Saladero, donde permaneció, gastándose los ahorros en un cuarto de pago, hasta que el 29 de Setiembre las turbas le sacaron poco menos que en triunfo con otros presos políticos.

A Rosas, además, debe la República Argentina en estos últimos años haber llenado de su nombre, de sus luchas y de la discusión de sus intereses el mundo civilizado y puéstola en contacto más inmediato con la Europa, forzando a sus sabios y a sus políticos a contraerse a estudiar este mundo trasatlántico, que tan importante papel está llamado a figurar en el mundo futuro.

Y aconteció muy luego lo que a la vista estaba desde que la marquesa apuntó la idea de dejar la casa, relativamente modesta, de la calle de Hortaleza; y fue de este modo: el marqués insinuó compromisos de banquete a sus amigos políticos; la marquesa invocó deberes ineludibles de responder a súplicas de sus amigas, dando a aquellos hermosos salones su verdadero destino; es decir, estrenándolos con un baile que, sin gran esfuerzo, haría raya entre las fiestas del «gran mundo» madrileño, habidas y por haber; reforzó el primero sus razones de preferencia, sin negar la gravedad de los compromisos de su mujer, exponiendo deudas de gratitud con los personajes que, para entretener sus apetitos senatoriales, acababan de ofrecerle un distrito vacante en Ciudad Real, para diputado a Cortes; insistió la marquesa en su empeño a favor del baile, sin negar el compromiso del banquete; replicó el marqués, llevando la contraria, hasta con textos de Maquiavelo y de Bismarck; y, por último, terció Verónica, que se hallaba presente en la porfía, proponiendo que se diera una fiesta que tuviera de todo: una recepción, por lo más alto, en la cual anduviera el rumbo del comedor al nivel del brillo de los salones.

Conozco a mi país, conozco a mis paisanos, he pulsado teclas de conspiración en distintas épocas; el valor que tienen las ideas, insignificante junto al valor de las pasiones; muy bien que a los políticos de nuestra tierra les gobierna casi siempre la envidia, y que la mayoría de ellos tienen una idea, sólo porque el vecino de enfrente tiene la idea contraria.