Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de septiembre de 2024


Velázquez entró en casa á la noche y se condujo con la misma soltura y libertad que si no hubiera hecho nada reprensible. Tan sólo dijo con afectada ligereza: Dispensa, hija, que no haya venido á buscarte. Me encontré con un antiguo conocido de Jerez, y no tuve más remedio que ofrecerle tu asiento. Soledad le dirigió una torva mirada de través y guardó silencio.

El Naranjero se apresuró a ofrecerle una caña, que ella apuró de un tope, como quien la vierte en el estómago. A nuestro lado, en los demás cenadores, se oían también los sones de la guitarra, el choque de las copas y los jipíos de los cantaores y cantaoras, entreverados de blasfemias y frases obscenas.

No se imagine el lector, que en vez de una teoría científica, voy á ofrecerle un capítulo de mística: estoy seguro de que al concluir la lectura, se hallará convencido, de que aun bajo el aspecto puramente científico, hay en esta doctrina mucha mas exactitud y profundidad que en otras cuyos autores se guardan de emplear la palabra Dios, como si este nombre augusto manchase las páginas de la ciencia.

El príncipe de Polignac me presentó a él y le indicó que yo era el francés más simpático a Grecia que, como ministro, podía ofrecerle. Alegrábame yo de asistir con semejante título y en tan elevadas funciones, a la resurrección de aquel imperio, en el país de los grandes recuerdos y de participar como lord Byron, el heroico poeta, de resurrección tan gloriosa.

Ramiro recordaba que su madre, no habiendo visto nunca una cacería, se desmayó; y parecíale ahora que aquel cazador misterioso no era otro que el personaje que acababa de ofrecerle, en el figón, su vaso de acero y de oro purpúreo. ¿A qué pensar en esto? se dijo por último. Lo que importa es que estos perros sospechan y buscan el modo de librarse de . ¡Un amorío!

Guardaos en buenhora vuestro dinero, dijo el barón, profundamente disgustado con el fracaso de su atrevida empresa. Libre estáis. Decid á vuestro señor que un noble inglés, el barón León de Morel, ha hecho esta noche todo lo posible, aunque inútilmente, por ofrecerle sus respetos en persona. Otra vez será. ¡Y ahora, amigos míos, á caballo y en marcha!

El criado de Esteven era muy bruto, y se permitía ofrecerle puntapiés cada vez que le veía; luego, como misia Gregoria estaba con frecuencia en la pieza que da al recibimiento, no era posible hablar a Susana, sin que ella lo pispara.

Los trabajadores europeos le miraron con curiosidad, repitiendo su nombre, y las mestizas fueron hacia él, sonriendo como esclavas. Manos Duras acogió este recibimiento con cierta altivez. Una de las mujeres se apresuró á ofrecerle un asiento de honor, y trajo otro cráneo de caballo. Se acomodó el terrible gaucho en él, teniendo en torno á los demás parroquianos sentados en el suelo.

No sólo la joven aquélla, por sus cualidades y encantos personales, le interesaba mucho, sino que en su vida había encontrado un misterio, para él interesantísimo, por ofrecerle lo que siempre buscaba con más afán: una aventura. La aventura se presentaba singularmente dramática, excitando al mismo tiempo el amor y la curiosidad de Claudio.

Es menester que esta le solicites, Y te le muestres siempre á todas horas En el comer, en el beber, en todas Las cosas que pensare y pretendiere. Yo de mi parte de contino pienso Ponermele delante, y la miseria De mis pocos cabellos ofrecerle, Y detener mi vuelo, porque pueda Asirme della, cosa poco usada De mi ligera condicion y presta.

Palabra del Dia

jediael

Otros Mirando