Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de mayo de 2025


El también contribuía involuntariamente á mantener y albergar al enemigo. La caída del ministerio y la constitución de un gobierno de defensa nacional le hicieron ver que algo grave estaba ocurriendo. Las alarmas y lloros de doña Luisa aumentaron su nerviosidad. Ya no volvía la buena señora entusiasmada y heroica de sus visitas á las iglesias.

En ciertos cuadros de Rafael hay algunas que pueden dar idea de la de nuestra dama. La expresión predominante de su rostro en aquel momento era la de un orgulloso desdén. A esto contribuía quizá la luz del sol, que le obligaba a fruncir su frente tersa y delicada. Hay que confesarlo; en aquel rostro no había dulzura.

En cada elegante gaditana creia ver una hija de Cartagena: el acento, los modales, la soltura, el garbo lleno de gentileza y dengue, el ojo negro y dulce, la sonrisa de adorable coquetería, la tez de un moreno suave y pálido, el andar mesurado y señoril, la amabilidad y la franqueza insinuante, y un no qué de voluptuoso en el vestir, en las formas delicadas pero expresivas y en el juego del inevitable abanico, todo contribuia á producirme una ilusion que me hizo pensar en la patria.

La presencia de sus camaradas contribuía a hacer más vivo este recuerdo. Todos eran amigos de doña Sol; algunos hasta pertenecían a su familia y él los había mirado como parientes. Comieron y bebieron con esa voracidad salvaje de las fiestas nocturnas, a las que se va con un propósito firme de excederse en todo, buscando embriagarse cuanto antes para atrapar la alegría del aturdimiento.

Todo contribuia á seducir á los madrileños: los toros, los mil primores del Real sitio, el placer casi fantástico que produce el vuelo en ferrocarril, y aún la novedad de convertir á Aranjuez en el Versalles de Madrid. Los trenes se sucedian y los asientos no alcanzaban.

Y la perspectiva de lograr su propósito contribuía más que nada á ponerles alegres. Al cabo llegaron á la Braña. Sólo se componía de tres casas asentadas sobre una pequeña meseta al pie mismo de la Peña-Mea. Cuando el tío Pacho, padre de Nolo, se había ido á vivir allí con su mujer, hacía treinta años, no había más que una mísera cabaña de madera.

Contribuía a conservarle en ella el que de vez en cuando Clementina, por arrancarse quizá momentáneamente a sus afanes y enojos, le escribía una cartita diciéndole: "Hoy a las cuatro", o bien: " por la tarde a la Casa de Campo". Y en estas entrevistas, acometida de súbito capricho, recordando las primeras y gozosas etapas de su amor, se mostraba tierna y cariñosa, le juraba eterna fidelidad. ¡Oh, Dios! ¡qué infinita, qué celestial felicidad experimentaba el joven entomólogo oyendo tales juramentos de aquellos labios adorados!

La heregía, armada é impetuosa al abrigo de los magnates codiciosos, truena por boca de Wiklef, de Juan de Huss y de Gerónimo de Praga, y conquista cómplices en todos los Estados. Fuerza es confesarlo, aunque con dolor profundo: todo contribuía al progreso de las ideas reformadoras.

Sin otras lecturas que las de su carrera, hablaban con asombro de los numerosos libros que llenaban el camarote de Ferragut, muchos de ellos sobre materias que les parecían misteriosas. Algunos hasta hacían afirmaciones inexactas para completar el prestigio de su camarada: Sabe mucho... Además de marino, es abogado. La consideración de su fortuna contribuía igualmente al aprecio general.

Empezó a subir por ella y tan cerca estaba yo que le murmurar: «¿Cómo demonios ha venido esto aquíLlegué a la cuerda y él me vio, suspendido como estaba, pero no pude alcanzarle. ¿Quién va? preguntó sobresaltado. Creo que a primera vista me tomó por el Rey y no lo extrañé porque mi palidez contribuía al engaño; pero muy pronto exclamó: ¡Calla, si es el comiquillo! ¿Qué hace usted por aquí?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando