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Repetidas veces sacó Maximiliano a relucir el caso de la deshonra de ella, por ser muy importante este punto en el plan de regeneración. El inspirado y entusiasta mancebo hacía hincapié en lo malos que son los señoritos y en la necesidad de una ley a la inglesa que proteja a las muchachas inocentes contra los seductores. Fortunata no entendía palotada de estas leyes.

Perdone Su Ilustrísima el disgusto que le he causado, y olvídelo. Que la Virgen Santísima la proteja, hija mía. Rece una salve por , que bien la necesito respondió el prelado, dejándola pasar y mirándola con expresión de lástima hasta que traspasó la puerta. Salió aturdida, loca de vergüenza, con las manos trémulas y las mejillas encendidas.

Apártese usted que voy a dividirle por la mitad. Rabioso... exclamó Juanito riéndose y rodeando el cuello del perro con uno de sus brazos,¿rabioso, y me lame las manos y se echa temblando a mis pies para que le proteja? Bah, que estás rabioso, mi buen Cachucha; si te vieras la cara en el espejo, de seguro te darías miedo a ti mismo.

Tan fuerte es el deber del caballero de amparar á la mujer, que cualquiera dama puede solicitar del primero que se encuentre, que la proteja contra todos con peligro de su vida.

¡Ángel de mi vida! dijo al fin Rosita , ¡yo quisiera morir así en tus brazos, con los ojos fijos en los tuyos, con mis manos entre las tuyas! Pues yo no, amor mío; lo que quisiera yo es vivir siempre así. ¡Oh, ! vivir siempre así, porque vivir es estar a tu lado; vivir es amarte... Así, mi plegaria de cada noche a la Virgen, es que proteja nuestros amores, querido mío.

Iban ya lejos y todavía les seguía la voz de la pobre mujer que gritaba sin cesar: ¡Dios les bendiga, señoritos! ¡Que nunca pase la desgracia por su casa...! ¡Que Dios la proteja, señorita, que Dios la proteja y ya que no ve la tierra le haga ver el cielo! Ya lo estoy viendo murmuró Visita mientras dos lágrimas resbalaban por sus mejillas. El coche les esperaba abajo.

En el momento de partir el tren Clara se abrazó a ella. ¡Que Dios te proteja! Hasta pasado mañana. ¡Hasta nunca, quizá! murmuró Elena sepultándose en su berlina. Se detuvo en Zumárraga toda la mañana, pues el tren no partía para Anzuola hasta las tres de la tarde. Pasó aquellas horas en el abatimiento y la indecisión.

Nuestros campeones serán los señores de Abercombe, Percy, Beauchamp y Leiton, y el invencible barón de Morel. ¡Viva! ¡San Jorge le proteja! ¡Buena elección! vociferaron los arqueros. ¡Buena, como hay Dios! exclamó Simón. No hay para un soldado de buena fibra honra mayor que la de tenerle por jefe. Ya veréis á dónde nos lleva, muchachos, y en qué aventuras nos mete.

Ella me dijo sin llorar, pero sus ojos estaban enrojecidos, lo que acabo de contarle, y como yo no tenía ya nada más en el mundo que la piedad de mi madrina, finalmente, con una voz apagada que arrancaba de su pecho con grandes esfuerzos, me dijo: «Hija mía, mi pobre Adela, mi único amor, Dios te proteja... y cuando El, en su bondad, te un esposo... ¿Lo oyes bien, hija mía? añadió levantando la cabeza y tomando un tono de voz lúgubre y grave que aun resuena en mis oídos , ¡que ese esposo vengue a tus padres y que, a cambio de la sangre de tu padre asesinado, tome la sangre de Maugis

Es probable que, como consecuencia de relaciones más íntimas que se están desarrollando entre los Estados Unidos y las repúblicas latinoamericanas, el uso de estos sombreros se generalice todavía más, puesto que no puede obtenerse nada que proteja mejor de los rayos del sol durante el verano casi tropical de los Estados Unidos que el renombrado sombrero de Panamá.