United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


Allí, bajo el imperio de una voluntad ajena, vigilado constantemente para que no pudiera procurarme el veneno, llegaría forzosamente a descocainizarme. ¿Sabe usted lo que pasó? Que yo, conjuntamente con el heroísmo para entregarme a la tortura, llevaba bien escondido en el bolsillo un frasquito con cocaína... Ahora calcule usted lo que es pasión.

Finalmente, por consejo de Matildita, y no viendo en realidad otro medio de salir de aquella situación, me decidí a avistarme con el capellán de las monjas y, contándole el caso, procurarme su protección.

Me casé anoche con una dama principal. Dios os haga muy felices, mis señores. Pero como veis, este vestidillo de viaje no es á propósito para que yo me presente al rey en medio de la corte con mi esposa. De ningún modo, señor. Ahora bien: ¿qué ropas, qué galas, en una palabra, dignas de un caballero del hábito de Santiago, puedo yo procurarme con ese dinero?

He estudiado teología y derecho en la Universidad de Alcalá. ¡Ah! Muchas veces heme dicho: tengo un tío en palacio... bien pudiera mi tío procurarme un oficio de alcalde ó corregidor. Fruncióse un tanto el gesto del cocinero del rey. Pero no he querido incomodaros añadió el joven. Habéis pensado prudentemente, sobrino, porque me hubiera incomodado mucho no haber podido serviros.

Agenciar dia y noche aquel favor, aquella condicion necesaria para que yo adelante y goce; mejor dicho, procurarme sin descanso aquella mercancía indispensable para que sea un mercader feliz. ¿Vale más mi crédito que un paraguas, un pañuelo, un bolsillo, un billete? Pues tome usted el billete, el bolsillo, el paraguas. ¿Vale más mi mercancía que la de usted? Pues tome usted su mercancía.

Lo lento del paso de la condesa, consistía en que iba abismada en profundas cavilaciones. Me he visto obligada pensaba á inventar lo de los jardines de Balsaín, y á calumniar á la reina para procurarme una venganza segura contra el miserable don Rodrigo.

Dicho y hecho. Me quedé en Zenda y desde el andén vi a la señora de Maubán, que evidentemente iba sin detenerse hasta Estrelsau, donde por lo visto contaba o esperaba conseguir el alojamiento que yo no había tenido la previsión de procurarme de antemano. Me sonreí al pensar en la sorpresa de Jorge Federly si hubiera llegado a saber que ella y yo habíamos viajado tanto tiempo en buena compañía.

No hace mucho que se pronunció en este mismo aposento: os escuchaba... desde esa ventana; os oía á vos, al padre Aliaga, al tío Manolillo. ¿Doña Clara? Eso es... doña Clara Soldevilla. ¿Pero es cierto que él la ama? Podréis juzgar de ello dentro de poco. ¡Cómo! ¿vos podéis procurarme?...

Pero una vez que la reconocéis ¿cómo podéis permanecer serios, oyendo repetir esas mentidas cantinelas? Hay que escoger entre la muerte y la vida: renunciar a la vida es preferible, pero vosotros no lo queréis, y ya que tengo que vivir, extermino a todo el género humano para procurarme aquello que a ti te parece la más fútil de las satisfacciones! querías que formáramos una familia indisoluble.

Mis desgracias y mi desamparo han llegado á tal extremo que por fin me veo obligado á deshacerme de mis tesoros para procurarme algunos recursos con que terminar mi viaje. Voy al santuario de Nuestra Señora de Rocamador y allí espero acabar mis días. ¿Y qué tesoros son esos de que habláis? Helos aquí, sobre esta tabla.