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Como ocupaba la mejor habitación de la casa y pagaba cinco pesetas, se creía con derecho a mantenerse constantemente en una actitud rígida. No sólo doña Mónica y la doméstica, sino también los otros huéspedes sentían el peso de su autoridad inflexible. ¿Será aventurado el suponer que Freire en el fondo del alma despreciaba a sus compañeros?

Ojeda logró establecerse firmemente a lo largo de la costa, luchando constantemente con los indígenas. Pero fué en balde su esfuerzo de conquistar el reino chibcha, situado en la meseta.

O bien será la anécdota, el cuento, el hecho histórico, el proverbio criollo traído a cuenta para satirizarlo y deducir sus consecuencias lógicas. Así han sido escritos sus primeros libros, sobre todo "South America", "Manual de patología política" y "Ensayo sobre Educación". La cuestión religiosa ha preocupado constantemente a Álvarez.

En ese estado de excitación mental y con su espíritu en ese plano intelectual y moral, se encontraba constantemente. Como hombre que se halla obsedido por una idea, como acabo de decir, realmente triste, la de lanzar a sus hermanos a la guerra, le era imposible la risa ruidosa y la franca alegría. Todo eso fue realmente obra suya.

Después la Tierra sigue su camino sobre la segunda mitad de su órbita, acercándose constantemente al Sol, hasta que vuelve á encontrarse en A, donde da principio otra nueva revolución. En dos épocas intermedias, la Tierra se halla en dos puntos, D y C, en los cuales la distancia al Sol es exactamente igual á la distancia media entre los extremos del perihelio y del afelio.

Para alabar á Dios y honrarle, me parece á que antes que pasarnos la vida metidas en las iglesias, debemos las plumas emplear constantemente nuestro pensamiento en conocer y apreciar las leyes por el mismo Dios creadas.

Todo esto lo ejecutaba con tan perfecta sutileza, que el ministro, aunque constantemente con una vaga percepción de que algo maligno le estaba vigilando, nunca pudo darse cuenta exacta de su verdadera naturaleza. Es cierto que miraba con duda y temor, y aun á veces con espanto é intensa aversión, al viejo médico.

»No muera usted, Amaury, no muera usted. Piense constantemente en Magdalena; pero cuando se encuentre a orillas del Océano contemple ese Océano al mismo tiempo que recuerda su dolor. ¡Dios mío! ¿Por qué he de carecer de elocuencia para poder convencerle?

Al pobre Pez le decía constantemente que se mirase en el espejo de D. Juan de Lantigua, el gran católico, el gran letrado y escritor, tan piadoso en la teoría como en la práctica, pues no hacía nada contrario al dogma; ni su cristiandad era de fórmula, sino sincera y real; hombre valiente y recto, que no se avergonzaba de cumplir con la Iglesia y de estarse tres horas de rodillas al lado de las beatas.

No pudiendo servir a su rey con las armas, la vida de un noble debía ser levantarse temprano para oír misa, echar un vistazo a su hacienda, platicar un rato con el mayordomo, jugar al tresillo con los curas, dar luego con ellos un paseo, rezar el rosario, confesarse a menudo y dar constantemente ejemplo a los plebeyos de virtud y religiosidad, sin rozarse jamás con ellos.