United States or Indonesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En otra tercera dice un actor medroso: Ay, que me muero, señores, Porque veo ya visiones: Veo á los mosqueteros, Que en el pico de la lengua Tienen ya los silbos puestos. Muchos de los actores del tiempo de Lope de Vega, nombrados en el volumen anterior, vivieron después tan adelantado ya el siglo XVII, que representaron también dramas de Calderón y de sus coetáneos.

Hablaba como si no se diera cuenta de la sonrisilla insolente del abogado de Deusto; del gesto asombrado y medroso con que le contemplaba su sobrina como si fuese un aparecido. Aresti quiso ver á Morueta, y doña Cristina miró con inquietud á una puerta inmediata, como temiendo que el doctor llegase á pasarla. No si podrás verle dijo con los labios apretados.

Una masonería de mujeres, que aunque hoy se arranquen el moño, mañana se ayudan todas las unas a las otras. Me desacreditarían, me crearían un conflicto. No le hacía a usted tan medroso. La verdad, Borrén; tengo más miedo a las hablillas, si cuadra, que a un balazo. Será una tontería, pero me fastidia infinito ser el héroe de la temporada. Vamos, hombre, franqueza.

Del silencio de la arboleda surgían gritos de pájaros invisibles, saludos burlones a los bípedos que avanzaban en el silencio junto a los matorrales, evitando destacar sus siluetas sobre los espacios de tierra blanca; menudas carreras que denunciaban el medroso despertar de los conejos, asustados por los pasos cautelosos de la cuadrilla. Maltrana dudaba de la realidad.

Cerca de San Martín hay unas casas echadas por tierra: el sitio es medroso y apartado... y allí... hasta se puede enterrar un muerto entre los escombros... á las doce de la noche... Acepto por mi parte dijo Juan Montiño , y como soy nuevo en Madrid y no conozco sus calles, desearía que uno de vosotros me acompañara, señores. Yo dijo el alférez. Y yo acompañaré á don Bernardino dijo un poeta.

Su mismo marido, el gran Capitan Toringoy, trasformacion del nombre Domingo, el más feliz del arrabal, sin más ocupaciones que la de vestirse bien, comer, pasearse y charlar mientras toda su familia trabaja y se afana, no se iba á la tertulia, escuchando entre medroso y emocionado las horripilantes noticias del delgaducho Chichoy. Y no había para menos.

como Sancho Ortiz a Bustos Tavera, o a cualquiera de esos pícaros franceses, que pasan los Pirineos para ejercer en España sus traicioneras habilidades, y vienen pitando con son más medroso que el de la flauta de Pan, y estremeciendo de miedo a toda criatura masculina? ¿Cómo la referida Sociedad protectora nada dice contra estos asesinos de lo que está por venir y se desata en injurias contra el torero que mata en buena lid y a un individuo solo?

Y así, ya que, en todo o en parte, has seguido siempre mis consejos, sigue y guarda uno que ahora te diré, para que sin engaño y con medroso advertimento te satisfagas de aquello que más vieres que te convenga.

Aquella pequeña traición los ató con nudo más fuerte, estableció entre ellos una relación singular que el conde no se atrevía a definir en su pensamiento, medroso de resbalar en un abismo.

La masa negra que forma el frontispicio de la iglesia, destacándose bajo un cielo siempre cubierto de nubes; la opaca lamparilla que perezosamente chisporrotea en el hueco del muro, alumbrando, ó mejor dicho, queriendo alumbrar, la imagen de San Luís, patrón del pueblo, y más que todo el monótono y pertinaz llover, forman un cuadro altamente medroso.