United States or Cabo Verde ? Vote for the TOP Country of the Week !


No por esto se malearon, y aquellas obscenidades y ternos que empleaban entre , pero que ante nadie repetían, fueron como un cieno que, si les ensució la boca, no les llegó a manchar el alma. Una mañana que faltó a su clase un catedrático, se marcharon con otros chicos a jugar a la Era del Mico, y esta escapatoria fue para ellos una revelación.

Al salir Arizmendi con su mujer y sus hijas de misa, Cacochipi y su discípulo cayeron sobre ellos y les dieron un sin fin de apretones y de golpes; Joshé recordó a Arizmendi que tenía dentadura postiza, a su mujer que se ponía añadidos y a la hija mayor el novio con quien había reñido, y después de otra porción de cosas igualmente oportunas se marcharon las dos máscaras dando brincos.

Me contó que usted estaba aquí, me enseñó su papel, y yo le dije que avisase á los que vienen detrás para que no pierdan tiempo pasando por mi estancia y que él les sirva de baquiano, trayéndolos directamente... ¿Qué es lo que ocurre? Marcharon los dos entre matorrales, siguiendo las huellas que había dejado Watson al salirle al encuentro.

Los españoles humillados con este golpe, quitaron la comision al Mariscal de Campo, y nombraron otro en su lugar, levantando un ejército de 700 hombres que marcharon al Casuhati, no para renovar la guerra, sino para pedir paz.

Apenas se cabía en el testero del estrado donde recibían los señores de Peleches; y a estas apreturas y al respeto que infundían allí los personajes graves, se debió, para suerte de los de casa, que ni las Corvejonas ni las de Codillo estuvieran en el lleno de sus papeles, como habían estado en los suyos respectivos las Escribanas y Rufita González, y se marcharon pronto.

Suponían los de la venta que la monja habría vuelto a Logroño, a no ser que intentara entrar en la ciudad sitiada, tomando en caballería el camino de Lanciego por Oyón y Venaspre. Marcharon a Oyón y luego a Yécora, pero nadie les pudo dar razón. Los dos pueblos estaban casi abandonados. Desde aquel camino alto se veía Laguardia rodeada de su muralla en medio de una explanada enorme.

Los otros, es decir, la inmensa mayoría, la casi totalidad, los seis ó siete mil negros que respondieron al llamamiento, se marcharon al campo de la revolución impulsados por un solo sentimiento: odio al blanco, al blanco que en nada les había ofendido; que después de darles la libertad, hizo cuanto pudo por levantarlos del bajo nivel en que yacían... Santiago de Cuba, Junio 7, 1912.

Lázaro hizo lo mismo, y los tres se marcharon. El Doctrino y el Curro quedaban allí. No es aventurado conjeturar que, al quedarse solos, la botella, á que tanta afición había mostrado Aldama, estaba completamente vacía. Cuando se vieron solos y sintieron bajar la escalera á los otros, el de la botella dijo: ¿Cuánto te ha dado ayer el tío Coletilla?

Marcharon los tres a la posada, ya hechos amigos, y Martín fué a ver a un confitero carlista de la calle Mayor. Durmieron en la posada de Blas y muy de mañana Zalacaín y Bautista se prepararon a seguir su camino. Era el día lluvioso y frío, la carretera, amarillenta, llena de baches, ondulaba por entre campos verdes; no se veía el monte Itzarroiz, envuelto entre la bruma.

Marcharon, pues, como Dios les dió á entender; pero no pudieron hacerlo diez ó doce, cuya embriaguez era absoluta, por lo que se quedaron en el Monasterio durmiendo la borrachera.