United States or Moldova ? Vote for the TOP Country of the Week !


; usted «no caerá».... Como usted apenas sale de casa, no conoce a la mocedad de Rucanto.... Pues es una, aparente ella, pinturosa de la rama y de mucho empaque.... Carmen volvió a decir, como en un delirio: ¡Rosa!... Y a tal punto oyéronse más lamentables y distintos unos grites agudos en el fondo de la casa.

Hablaba, y repercutía el sonido de su voz, como si dieran con un martillo sobre un caldero, ¡dam, dam, dam! y la vibración ensordecía. No grites tanto, Angelita suplicó misia Gregoria, sin abrir los ojos. Ella, no hizo caso y saltó de repente: Dime, mamá, ¿es cierto eso que le has dicho a la de Eneene, que nos vamos al Frigal? ¡En junio! sería ridículo.

Yo soy Jacinto, yo soy respondió la voz de Toribión de Lorío con la misma altivez. ¿Y qué me quieres, ? Quiero que grites «¡viva Lorío!» ó que pagues el portazgo. Ni yo grito viva Lorío ni eres capaz de hacerme pagar el portazgo replicó el mozo dando un paso atrás y blandiendo su garrote. Ahora lo veremos rugió Toribión lanzándose sobre él. Chasquearon los garrotes.

Afortunadamente están cerradas todas las puertas... pero eres demasiado violenta, Catalina, y gritas... no grites... ya que te has atrevido, ya que te atreves á presentarte sin pudor á tu padre... ¡Sin pudor! ¿creéis que porque yo amo á Quevedo he perdido el pudor? ¿y me decís eso cuando me habéis casado con don Fernando de Castro? Es un igual tuyo...

Y dejose caer en el banco de piedras, y apoyando la frente en la fría mesa de granito, rompió en convulsivos sollozos. No grites, hija murmuró Baltasar, aproximándose . No llores... que pueden oírte y es un escándalo. Amparo, mujer, vamos, no hay motivo para esos gritos.

¡Calla, burro, calla! Arrea un poco más y no grites que me duele la cabeza. Bartolo vestía al igual que Quino, el calzón corto, el chaleco y la montera, pero todo más viejo y desaseado. Era un mocetón robusto, de facciones abultadas y ojos saltones. Su modo de andar tan torcido y desvencijado que parecía que le acababan de dar cuatro palos sobre los riñones.

No, monín, no; duerme. ¡Quero Ía! No grites... mira que va a venir el hombre feo. ¡Quero Ía! ¡No grites, chiquillo!... Pronto vendrá María... Mañana te mando a dormir con las niñas. ¡Quero Ía!

No grites, hija decía la Marquesa, que ya no la miraba por no molestarse con la incómoda postura de la cabeza echada hacia atrás ; ya te bajarán.... Probó el Marqués a encaramarse sobre una escalera de mano de pocos travesaños, que servía al jardinero para recortar la copa de los arbolillos y las columnas de boj.

El escribano, con la misma cara de risa, le dijo: Eh, tonto, no grites: ya te las volveremos. Cuando terminaron y se prepararon a marchar, los alaridos del chico fueron terribles. Los curiosos allí congregados trataban de consolarle en vano. Según pasaban por delante de sus ojos las vacas, llamábalas a gritos por sus nombres.