United States or Guam ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y así yace ella, dichosamente sumergida en recuerdos perennes de la constancia y de la belleza de Annie, anegada en un beso a las trenzas de Annie. Tiernamente me abraza, apasionadamente me acaricia. Y entonces caigo dulcemente adormecido sobre su seno, profundamente adormido del cielo de su seno. Y así reposo tan tranquilamente en mi lecho conociendo su amor que me creéis muerto.

Ahí va una mujer, prosiguió el médico después de una pausa, que sean cuales fueren sus faltas, no tiene nada de esa misteriosa corrupción oculta que creéis debe ser tan dura de llevar. ¿Pensáis acaso que Ester Prynne es menos infeliz á causa de esa letra escarlata que ostenta en el seno? Así lo creo, replicó el ministro. Sin embargo, no puedo responder por ella.

Pero si creéis que ese amor mío ha de ser parte para que yo me olvide de mi honra, a la menor señal que en mi desdoro hagáis, morirá mi amor para que ocupe su lugar el menosprecio. A lo cual contestó él con este cuarteta, que se salió sola y sin licencia suya de su enamorado pensamiento: Amores que son del alma hacen callar los sentidos; que en verse correspondidos alcanzan su mejor palma.

, esta mano, ¿lo oyes?, esta mano es la que te ha vencido cuando llegamos por vez primera al corazón de vuestros bosques... ¡Mi mano es la que ha doblado tu cerviz bajo el yugo y te la volverá a doblar otra vez! Porque vosotros sois valientes, creéis que seréis para siempre dueños de este país y de Francia entera... ¡Pues bien, estáis equivocados!

19 sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya ordenado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor de vosotros, 21 que por él creéis a Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.

¿Y no habéis podido averiguar quién era ese hombre? No. Sin duda se referían á vuestras inteligencias con el duque de Lerma dijo doña Clara. ¿Creéis vos que fuese eso? ¿Y cómo podría ser otra cosa? dijo don Juan . Mi padre ha guardado un profundo secreto: solamente yo he sabido por esta carta... Y dió á la duquesa la carta del duque de Osuna que había encontrado en el cofre.

Soldado nací y soldado he de morir. Eso era lo que yo temía, exclamó angustiada la baronesa. ¿Creéis que no he notado vuestro desasosiego de estos últimos tiempos, y la revista que habéis pasado á vuestras armas en compañía de Renato el escudero? ¡Nuestra Señora de Embrún me valga! No os aflijáis. No se trata sólo de inclinación mía, sino de un deber, de un llamamiento á nuestro honor.

Afortunadamente están cerradas todas las puertas... pero eres demasiado violenta, Catalina, y gritas... no grites... ya que te has atrevido, ya que te atreves á presentarte sin pudor á tu padre... ¡Sin pudor! ¿creéis que porque yo amo á Quevedo he perdido el pudor? ¿y me decís eso cuando me habéis casado con don Fernando de Castro? Es un igual tuyo...

¡Ah! ¡señora! ¿creéis que mi alma?... No, yo no pienso mal de vuestra alma... entonces no desearía vuestro amor... pero me parece que sólo os inspiro deseo. Yo no lo que me inspiráis, señora. Puede ser que algún día sintáis amor por ... pero eso sólo puede hacerlo el tiempo... espero... espero con ansia... y esperando os amaré más cada día. ¿Pero es cierto que no me amáis aún, señora?

Quevedo se lo arrancó y tiró su contenido. Luego tomó el jarro y lo arrojó: Soy vuestra madre dijo ; dejémonos de locuras, y ya que os tengo aquí sola y encerrada, ya que me tenéis á mi, hablemos juiciosamente, hija mía. ¿Creéis que yo soy malo? ¿Quién sabe lo que vos sois? Yo soy un hombre que busca aire que respirar y no le encuentra. ¡Vos venís á buscar aire de vida á la corte!