United States or Guernsey ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Qué ha de ser! ¡No hay más cera! Te rompo... si no fueses tan mandria... te inflaba el morro... por farolero. ¿Qué más da, si no es eso? dijo la niña poniendo paces . A ver el otro. ¿Na? ¿na? Natalia.... Tampoco. No acertó ninguno. Otra rueda. ¡Da señas, tísica! escupió más que dijo el dictador.

Hija mía dijo la anciana cuando estuvieron solas , ¿qué no sería que se casase contigo don Federico y que fueses así la señá médica, la más feliz de las mujeres, con ese hombre que es un San Luis Gonzaga, que sabe tanto, que toca tan bien la flauta y gana tan buenos cuartos?

Y quiso la suerte que los versos cayesen en tus manos y fueses la embromada. Lo demás que ha podido ocurrir, lo sabes mejor que yo. que lo , dijo Poldy, más triste ya y más abatida que airada. Y pregunto yo ahora: ¿es incompatible el ser chamarilero y el pertenecer a la nobleza? En manera alguna es incompatible.

¡Chiquillo! ¡Tontuelo! ¡Ponerme a en berlina de esta manera!... ¡Vaya un modo decente de corresponder a mis condescendencias!... Nada, si con estos chicos es mejor ser malo que bueno... ya me voy convenciendo de eso... ¡El palo, el palo... esto es lo único que respetan!... ¿A que no harías esto con tu tío Bernardo si él se hubiese encargado de ti?... ¡Hombre, me parece que si fueses hijo mío te rompía el trasero a azotes en este momento!

olvidas quién soy; hablas lo mismo que si el pasado no existiese, como si no fueses , como si yo no tuviera todas esas historias que pesan sobre mi nombre. De hacerme otro esa proposición, ¡quién sabe!... Estoy cansada y me seduce un porvenir de reposo. ¡Pero !... Es imposible contigo: acabaríamos mal. Prefiero que seamos amigos, sin nada de amor. Resulta más seguro y durable.

Pero ahora no, ¿lo entiendes? No cuentes para nada conmigo. Como si no fueras mi sobrino. Me has salido igual a todos los de tu familia, y no puedo quererte. Yo pensaba en ti, quería que fueses el que estuviera junto a mi cama en la hora de mi muerte, y al recontar los cuatro cuartos que tengo, me decía: «Esto será para el chicoPero ahora estoy desengañado.

Quiero decir un papá que ayudase a mamá y te cuidara con amor, que te diese bonitos vestidos y que, por fin, cuando fueses mayor, hiciese de ti una señora. Carolina volvió hacia ella sus ojos somnolientos. ¿Y a ti, te gustaría, mamá? Lady Clara se sonrojó hasta las orejas. Duerme dijo bruscamente. Y volviose.

Nunca he creído que fueses capaz de engañarme. Tampoco creas si elijo un estado distinto del que prefieren todas las mujeres, que lo hago por despecho o atraída por una falsa vocación. No; considera que si no he querido engañar a un hombre, no he de querer engañarme yo misma, ni engañar a Dios.

El conde pasó la vista por él. «Mi buena amiga Fernanda: decía He querido que te fueses para decirte por escrito lo que de palabra sería superior a mis fuerzas. No puedo ser tuyo. No necesito explicarte las razones porque las adivinarás. Quisiera amarte bastante para sobreponerme a todo y huir contigo. Por desgracia o por fortuna, hay cosas que pesan en mi corazón más que tu amor.

Aun así, aunque yo haya tenido fuerza para crear en tu mente un mundo imaginario y para dártele en espectáculo y para hacer de él amplio y pasmoso teatro en que fueses el principal actor, bien puedes estar seguro de que he carecido de fuerza para sujetar a mi propósito tu juicio y para someter tu voluntad a la mía.