United States or Armenia ? Vote for the TOP Country of the Week !


De este modo el suelo de nuestro cuarto se ha convertido en una especie de terreno en que lo real y lo imaginario se confunden; algo así como una región intermediaria entre nuestro mundo positivo y el país de las hadas.

Arriba estaba la torre del Pirata, ¿no se acordaba el señor?... Una fortificación del tiempo de los corsarios, a la que había subido don Jaime muchas veces cuando niño, lanzando gritos de pelea, con un garrote de sabina en la mano, dando órdenes para el asalto a un ejército imaginario.

Procurando explicarse y calmar a su amigo, intervino Ignacio: ¡Vamos!... Quiero decir que en casa creían que eras un personaje imaginario, una pura invención, una mentira, un fantasma... ¡Yo un personaje imaginario... una pura invención... una mentira... un fantasma!... ¿Están locos en tu casa?... ¿Y por quién me tomaban?...

Así la extension queda reducida, á un espacio imaginario; á un ser infinito y eterno; sino á un órden de seres; al conjunto de sus relaciones constantes, sometidas á leyes necesarias.

En la novela se menciona á Wilson con su propio nombre; de modo que no puede confundirse su identidad con la de Dimmesdale; ni hay tampoco motivos para suponer que Hawthorne tuviese la más ligera intención de que Juan Cotton ó Tomás Cobbett, de Lynn, cargasen con el delito de su ministro imaginario.

Ya el cuerpo de la sarracena le dejaba en el sentido un olor imaginario de untura brujeril y de husmo. Con qué goce tan grande comenzó a experimentar los primeros impulsos de desapego. Rabiosa fruición de tortura se mezclaba ahora a todas sus caricias.

El gitano miró fijamente a Bentek, e hizo un gesto que el viejo negro comprendió en toda su expresión, porque en dos saltos desapareció. , hijo mío, bebamos en este momento; porque, Blasillo, eres como el joven y ardiente savo que, como no distingue el grito inofensivo del alción del grito de guerra de la gaviota, afila sus uñas y su pico para sostener un combate imaginario. ¡Cómo!...

Cortés que la fábrica de los muros y torres de Teruel, sus magníficas puertas de grandes sillares etc., son restos de su antigüedad romana, pero todo lo que se dice de esta ciudad relativamente a Cesar es imaginario y así mismo cuanto se quiera aumentar respecto de la edad de los romanos; pues ni la gran diligencia con que aquel escritor buscó las antigüedades de Teruel, de la que dio origen al pueblo de su naturaleza, bastó a proporcionarle otras noticias hasta la invasión de los árabes, época en que empezamos a encontrar datos, verdaderos en su mayor parte, sobre la moderna ciudad que nos ocupa.

Ha llegado a la edad en que los hombres se retiran del sitio grande o pequeño que hayan ocupado, y se convierten en simples espectadores que observan con indiferencia la comedia que en el mundo se representa; entonces, son los libros su distracción, su recreo; constituyen, en fin, parte de su existencia. En los libros de historia se aprecia la vida real; en la novela el mundo imaginario.

Aunque obediente ante la mirada del maestro, a menudo, durante el asueto, contrariada o irritada por un desprecio imaginario, Melisa rabiaba con furia indómita, y más de una vez algún pequeño educando, que había querido igualar con ella sus armas de combate, palpitante, con rasgada chaqueta y arañado rostro, buscaba protección al lado del profesor.