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En este moderno paseo se cita y emplaza la sociedad elegante en las tardes de invierno, para gozar el inefable deleite de contemplarse un par de horas, después de lo cual se apresura a ir a comer y escapa a uña de caballo a contemplarse de nuevo en el Real otras tres o cuatro horitas. Parece una sociedad de derviches: el goce supremo es la contemplación.

La desdichada se empeña con toda la energía de su alma en dominar su inclinación, declarando á Don Alvaro, con fingida frialdad, que se casó con su esposo por deber y por amor. Durante esta entrevista se oye un cañonazo: es la señal que anuncia la partida de Don Juan; Serafina se apresura á acompañarlo á su patria, y Don Alvaro se queda en Gaeta sin esperanza.

ASTOLFO. Los barones están furiosos; desde por la mañana están esperando al duque, al noble prometido de la noble condesa Elsa. EL CONDE. ¡Los barones! Y , Astolfo, ¿estás contento? A juzgar por tu cara, me parece que no. EL CONDE. Vuestro prometido no se apresura demasiado, condesa Elsa; hace largo rato que ha anochecido, y sigue sin venir.

Lord Gray rompió a reír jovialmente, y cambiando de aspecto y tono, dijo: Calesero, apresura el paso, que deseo llegar pronto a Cádiz. El lamparín no quiere andar. ¿Qué lamparín? El caballo. Le han salido callos en la jerraúra. <i>¡Ay !</i> Este caballo es muy respetoso. ¿Por qué? Muy respetoso con los amigos. Cuando se ve con Pelaítas, se hacen cortesías y se preguntan cómo ha ido de viaje.

¡Oh! ¡Bonitísimo suceso! exclamó con entusiasmo D. Diego . ¡Cuánto daría porque a me pasase uno semejante! ¿Ella le ha visto a usted? No. Pues en cuanto le vea, apuesto a que se apresura a salir por la puerta, sin exponerse a los peligros de arrojarse por la ventana. Pero ahora que me ocurre, Sr.

La escena que sigue nos ofrece á Zelora y Mahamud hablando de sus amores: tan grande es la violencia de su pasión, que discurren sin precaución alguna acerca de su criminal proyecto; es fácil, por tanto, á Razonte conocer hasta los detalles más insignificantes de la conjuración, y se apresura á descubrirla al Sultán; éste hace ahogar á Mahamud y á los demás conjurados, pero perdona á Zelora, á quien siempre ama, y le asegura que la amará también en lo sucesivo; pero ella lo trata con desprecio, rechaza su perdón, y se mata en su presencia.

Doña María se apresura entonces á revelar al Gobernador la traición de Don Manuel, y en seguida se hace á la mar con ella en otro buque para alcanzar al fugitivo y arrancarle su hijo. La escena inmediata representa un huracán espantoso, que se ensaña contra el navío en donde van Don Manuel y Doña Leonor. El amante infiel comienza entonces á presentir que le persigue la Justicia Divina.

Y á la verdad que guardan una perfecta alternativa en los robos, haciendo de ellos un comercio activo estacional, vendiéndolos y permutándolos en sus importes á los indios Araucanos limítrofes por los Andes, cuya codicia arrasadora apresura nuestra ruina, si no se repara activamente.

Muy satisfecho el Conde de este plan, que le hace concebir las esperanzas más risueñas, se apresura á avisar á García la visita que le aguarda, advirtiéndole al mismo tiempo que no se por entendido de su aviso. Como García no ha visto nunca al Rey, el Conde le dice que lo conocerá por una gran banda encarnada de una orden de caballería que lo distingue.

La muchacha corrió ligera a vestirse. Pues como indiqué a usted, señora condesa... dije, reanudando mi interrumpida conferencia diplomática. Haga usted cuenta de que no ha indicado nada, caballero. Todo es inútil. Si el objeto de su visita es traerme recados o proposiciones de la condesa, puede usted retirarse. La señora condesa se apresura a conceder a usted... No quiero que me conceda nada.