Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de mayo de 2025
Con este motivo repetía que son muy pocos los que merecen ser considerados como excepción, que el papel de privilegiado es muy ridículo, el menos excusable y el más vano cuando no está justificado por dones superiores: que el deseo audaz de distinguirse entre el común de las gentes no es, por lo general, más que una falsía cometida en contra de la sociedad y una imperdonable injuria a todas las personas modestas que no son nada: que atribuirse lustre al cual no se tiene derecho es usurpar títulos de otro y correr el riesgo de hacerse tomar, más tarde o más temprano, en flagrante delito de pillaje en el tesoro público de la fama.
Según Castro, había pasado de moda esto de matarse en Monte-Carlo; resultaba una falta imperdonable de buen gusto; lo discreto era irse lejos y desaparecer sin ruido. Además, la policía de la casa tenía buen ojo para conocer á los desesperados, y les facilitaba un billete de ferrocarril, aconsejándoles que se matasen buenamente en Marsella, ó cuando menos en Niza ó Mentón.
Es usted una niña pronunció él en grave tono , una niña que no tiene obligación de saber lo que acontece en el mundo. Yo, que lo he visto... más de lo que quisiera, sería imperdonable en no desengañarla. El mundo es un conjunto de ojos, oídos y bocas, que se cierran para lo bueno y se abren para lo malo gustosísimas. Mi compañía le hace a usted ahora más daño que provecho.
He hecho mal, lo confieso dijo no sin nobleza; he pronunciado palabras inconvenientes, falta imperdonable en un viejo diplomático, y pido a usted que me dispense, señorita, dándole gracias por la lección... que no aceptaría de nadie más añadió con altanería. Quedaba terminado el incidente; pero no por eso dejó de reinar cierto malestar hasta que se marcharon los convidados.
Y no menos alabanza piden la lenidad, la dulzura y el espíritu de conciliación con que el general Martínez Campos, durante todo el tiempo que ha mandado en la isla, ha tratado á los diferentes partidos políticos que en ella hay, sin excluir á los que llenos de imperdonable ingratitud hacia la metrópoli y ciegos por ambición ó por falso y torcido amor al suelo natal, anhelan y buscan la separación de Cuba y de España.
Sé que llegaste, y en vez de ir á mi casa fuistes con unos badulaques al café de la Fontana, donde te hicieron hablar y hablaste ... y por cierto que lo hiciste muy mal. Todos se han reído de ti. Estuviste después alborotando toda la noche con los que apedrearon la casa de Merilleu. ¡Ah! no, señor; yo no. De cualquiera manera que sea, tu conducta es imperdonable.
No es para ti más que una tierna amiga y no puede considerarte más que como un camarada excelente, cuya pérdida lamentaría mucho, pero a quien sería imperdonable tomar por amante. Lo que os junta es, pues, un lazo, encantador como vinculación noble, que sería horrible si se trocara en cadena.
He sostenido que no había nada más imperdonable, más antisocial, en toda la fuerza de la palabra, que las desuniones morales, y que eran extremadamente difíciles porque es raro que las almas nobles no se aproximen a sus semejantes, como dice Shakespeare, o que se dejen engañar tanto tiempo por los impostores para llegar hasta el momento de formar un nudo tan solemne, sin haber tenido la triste dicha de desengañarse; que lo que se llama un matrimonio equivocado, en la acepción general que se refiere solamente a la diferencia de posición social, no podía chocar más que el más absurdo, el más absurdo de los prejuicios; el que atribuye a una clase especial facultades especiales, o, mejor dicho, exclusivas; que como yo no sabía de nadie que se hubiese atrevido a decir que la virtud se probaba por títulos o se adquiría por privilegios, no veía por qué se había de prohibir a un hombre sensible y delicado el derecho de buscar la virtud donde se encuentre; que era una cosa atroz, en fuerza de ser ridícula, condenar a una mujer interesante, dotada de todas las cualidades y todas las gracias, a la desesperación de no pertenecer jamás al objeto amado, porque esta infortunada, a la que la naturaleza y la educación han concedido todos los dones, se veía privada por el azar de una circunstancia que no depende más que del azar; que si los grandes talentos imprimen a aquellos que los poseen un carácter incontestable de nobleza a los ojos del siglo y de la posteridad, el ejercicio privado de los deberes más difíciles de llenar de la religión y de la moral, aunque fuese un título menos brillante a los ojos del mundo, no era un título menos recomendable para las almas rectas y honradas; que, en consecuencia, yo nunca me atrevería a censurar una alianza del género de la que se hablaba, si podía encontrar en ella la feliz armonía de costumbres y de carácter, que es la única garantía de felicidad de los matrimonios y de la prosperidad de las familias.
Lo encontraba excelente, aunque tal vez demasiado maduro para la novia... Y, coincidiendo con lo que antes observara Laura a Coca, observole él también: Mi único temor es que tú te engañes a ti misma y que no estés del todo enamorada... El más grave de los errores que puede cometer en la vida una persona honesta, es casarse sin amor. ¡Y a tu edad y con tus encantos, Coca, ese error sería imperdonable!
Nanita decía Angela, la menor, una niña que entre otros defectos que ya irán saliendo, tenía el horrible e imperdonable de comerse las uñas, Nanita, vas a desenredarme el pelo y hacerme la trenza. Así; perfectamente. Misia Gregoria llegaba: Anda, hija mía, ve cómo esa condenada de cocinera prepara el escabeche; tú entiendes de guisos.
Palabra del Dia
Otros Mirando