United States or Armenia ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿De España decís? ¡Ah! Infortunada expedición en la que tantos bravos ingleses han sacrificado las vidas que Dios les concediera. Hoy mismo he dado mi bendición á una noble dama que ha perdido cuanto amaba en esa cruel y lejana guerra. ¿Qué decís? preguntó Roger con vivo interés.

Dijo el sacristán que, cuando en 1828 Fernando VII y la reina Amalia, su esposa, volvían de las Provincias Vascongadas, desearon ver é hicieron descubrir los restos de la ilustre hija de Alfonso VI de Castilla, y que fué de admirar entonces la extraordinaria longitud del esqueleto. ¡Nada menos que nueve palmos debió de tener de estatura la infortunada esposa del Batallador!

Sus transportes, sus suspiros, sus lágrimas, no son para ti. No es a ti a quien él desea en sus ensueños. ¡Infortunada! ¡no es a ti a quien ama! ¿y con qué derecho exigirá de ti el afecto que él no puede darte? ¿acaso no es nulo el compromiso que ha anulado todos los compromisos del corazón y que ha hecho traición a la naturaleza? Yo podría, pues... ¡jamás!

El tercero, D. Pablo Valiente, no era ridículo, ni en el trato ordinario se distinguía por cosa alguna chocante, en maneras o en lenguaje. Contestando a Ostolaza, dije yo con el acento más grave que me era posible: ¡El cielo se apiade de nuestra infortunada nación, y nos traiga pronto a nuestro amado monarca D. Fernando el VII!

En aquel acto, todo lo que constituye la entidad moral había desaparecido con total eclipse del alma de la infortunada mujer; no había más que el impulso físico, y lo poco que de espiritual había en ello, engañábase a mismo creyéndose simple curiosidad. Aplicó el oído a la rejilla... Pues , la persona, el ladrón o lo que fuera, continuaba allí.

Créame que sólo la desesperación ha podido arrastrarme a dar este paso, porque los cobardes enemigos de mi padre y míos han triunfado. »Le pido al mismo tiempo olvide completamente que ha existido en el mundo una persona del nombre de la desesperada, afligida e infortunada Mabel Blair». Quedé parado, con la carta abierta en la mano, manchada en lágrimas, absolutamente mudo y desconsolado.

Seguían luego mujeres, niños y ancianos que parecían penetrados del más profundo dolor, pero de un dolor mudo y resignado, lo que me hizo suponer que a aquella infortunada criatura no la acompañaban sus padres a la última morada, porque las lamentaciones de la naturaleza tienen otro carácter.

También la esperanza guiaba el viaje de la infortunada walkyria. El Nuevo Mundo era el único remedio para la gran equivocación que había trastornado su existencia. Mina se lanzaba a esta aventura por su hijo, por el porvenir del pequeño Karl, único vínculo que la unía a la existencia. ¿Qué podía desear?... Más allá de sus esperanzas de madre, no había para ella ninguna ilusión.

Apenas entrado en posesión de sus bienes, el conde creyó que nada podría hacer más agradable a la memoria de su infortunada hija que dedicar al fruto de su unión toda la ternura que antes había tenido para ella y consagrar sus derechos de heredera por una adopción solemne.

¡Y nada de esto se parecía al anochecer!..... Lo imponente era el ver que allá, en las regiones superiores del cielo, seguía siendo de día, mientras que en la infortunada tierra y en su atmósfera cundía la obscuridad. Es decir: ¡que la luz del cielo no llegaba ya á la tierra! Por lo demás, á la simple vista no se notaba todavía alteración alguna en el disco del sol.