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Si en la superficie de un círculo se le pintaban otros círculos menores, de color diferente, él veria los pequeños dentro de los grandes, pues no era posible otra cosa supuesto que veia; pero al preguntársele si el uno le parecia mayor que los otros, si distinguia los límites que separaban á los pequeños entre , él, que no habia tenido tiempo de aprender el lenguaje relativo á las nuevas sensaciones, debia de dar respuestas muy disparatadas, que los observadores tomarian quizás por la expresion de fenómenos curiosos.

Despreciador de los bienes mundanos, su sombrero, que le servía de blanco o de pelota, se distinguía de los demás sombreros como él de los demás jóvenes.

Abusaba un poco de su fuerza y de su valor, pero nunca atacaba a los débiles. Se distinguía también como jugador de pelota y era uno de los primeros en el trinquete. Un invierno hizo Martín una hazaña, de la que se habló en el pueblo. La carretera estaba intransitable por la nieve y no pasaba el coche. Zalacaín fué a Francia y volvió a pie, por la parte de Navarra, con un vecino de Larrau.

Su repertorio era muy vario, y cuentan que se distinguía, no sólo en la declamación, sino en el canto, para el cual poseía muy felices condiciones, habiendo memoria de que los mayores triunfos los obtuvo por su voz, dotada de raro atractivo.

Me apresuré a contestarle que el señor Fernández me trataba muy bien; que toda la familia me distinguía con su afecto; que el trabajo era ligero y agradable, y que tenía yo un sueldo muy bueno, como nunca pensé alcanzarle, como jamás le soñé.

¡Ah! replicó el médico con aquella calma que, natural ó impuesta, distinguía todas sus maneras, así es como un joven eclesiástico habla por lo común. La juventud, por lo mismo que no ha echado aun raíces profundas, con facilidad renuncia á la vida. Y los hombres devotos y buenos que siguen en la tierra los preceptos de Dios, con gusto dejarían este mundo para estar á su lado en la Nueva Jerusalén.

El capitán Van-Stael había hecho botar al agua una gran chalupa, y se había embarcado en ella en compañía del viejo Van-Horn, de Hans y de Cornelio. Inclinado hacia el mar, se había puesto a observar el agua con gran atención, explorando el fondo de la bahía, que se distinguía perfectamente.

Caminaba con la cabeza baja, y en medio de las tinieblas en que su alma se agitaba sólo distinguía la figura de Magdalena envuelta en un sudario, y en la soledad de su espíritu sólo oía un eco que sin cesar repetía esta palabra: «¡Morir! ¡Morir

Fray Miguel, al empezar este relato y al presentarle yo a mis lectores, no era escritor, ni predicador, ni por nada se distinguía. Cualquiera otro fraile de su mismo convento era más notable que él. Antes de entrar en la vida religiosa tampoco había conseguido señalarse.

Se había irritado vivamente al escuchar los sollozos de su doncella. Estefanía era su predilecta, a quien distinguía entre todos los criados y confiaba gran parte de sus secretos. Como todos los déspotas presentes y pasados, estaba dominada sin darse cuenta de ello.