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Creía reconocer la voz: se parecía á la de Demetria. Y el grito que había sonado más que de alegría era de angustia. Fué de nuevo al boquete y llamó con toda la fuerza de sus pulmones: «¡Demetria, DemetriaTampoco obtuvo respuesta. Sin embargo, la creencia de que la voz que había sonado era la de la hija del tío Goro penetraba cada vez con más fuerza en su espíritu.

Su repertorio era muy vario, y cuentan que se distinguía, no sólo en la declamación, sino en el canto, para el cual poseía muy felices condiciones, habiendo memoria de que los mayores triunfos los obtuvo por su voz, dotada de raro atractivo.

Tendría gusto en verles la cara.» Y contraía la diestra, como si empuñase ya el cuchillo vengador. El padre se cansó de esta situación. Le quedaba uno de sus automóviles-monumentos, que podía guiar un chauffeur extranjero. El senador Lacour obtuvo los papeles necesarios para el viaje de la familia, y Desnoyers dió órdenes á su esposa con un tono que no admitía réplica.

Pero de lo que más provecho sacó la casa fue del ramo de capotes y uniformes para el Ejército y la Milicia Nacional, no siendo tampoco despreciable el beneficio que obtuvo del artículo para capas, el abrigo propiamente español que resiste a todas las modas de vestir, como el garbanzo resiste a todas las modas de comer.

Una hora después, cuando todos hubiéronse ido, Diana confesó secretamente a Maurescamp, que en efecto, estaba ebria, y que por consiguiente, todo lo que había dicho, no debía tomarse en cuenta; después de lo cual pidió perdón y lo obtuvo. Pero la señora de Maurescamp no obtuvo el suyo. Hacía ya mucho tiempo que su marido no la amaba, y mucho tiempo que había comenzado a odiarla.

Pero a todo el mundo le parecían sus actos meritorios la cosa más natural, ya que los ejecutaba por instinto, y a nadie se le ocurría concederle una recompensa, considerándolo casi como a un perro de Terranova. A la edad de veinte años entró en quintas y obtuvo un número alto, gracias a una novena que hizo, en unión de su familia.

Por fin, en la mesa de Paquito halló uno que pareciole muy semejante, por su flexibilidad y consistencia, al que empleaba el Banco en sus billetes. Obtuvo esta certidumbre después de un detenido trabajo de comparación entra las distintas clases de papel y un billete de doscientos reales que conservaba.

Al contrario, los suyos, a la vista del amenazador cabo de cuerda, estaban siempre en un estado de irritabilidad nerviosa, como decía el señor Durand, de irritabilidad nerviosa muy saludable. De este modo, Kernok obtuvo bien pronto la estimación y la confianza del capitán negrero, capaz, afortunadamente, de apreciar sus raras cualidades.

«El primer acto cuenta Got, obtuvo muchos aplausos; pero los otros dos fueron silbados y pateados, especialmente el segundo. El peso de la batalla lo llevábamos Agustina y yo. Agustina, que no consigue acoplarse del todo al repertorio moderno, empezó á vacilar, como de costumbre, y acabó por perder la cabeza. Me quedé solo y vencido... ó casi vencido.

Obtuvo también que se hiciese la vista gorda en muchas cosas, que se cerrasen los ojos en otras, y que respecto a algunas sobreviniese ceguera total; y con esto y con las facultades latas de que se hallaba investido, declaró, puesta la mano en el pecho, que respondía de la elección de Cebre.