United States or Mayotte ? Vote for the TOP Country of the Week !


Necesito buscar otra asistenta... Bien quisiera seguir manteniéndola... pero no soy rica, como usted sabe... tenemos muchos gastos... señora, , ya lo comprendo respondió la infeliz con sonrisa humilde y forzada. Demasiado ha hecho por . Salió de aquella casa, su último refugio, con el corazón apretado y las piernas vacilantes. Llegó a la zahurda que habitaba en los arrabales.

La gracia de sus movimientos era tal, que á nuestro joven se le derretía el cerebro siempre que la consideraba saludando á un traseunte ó á la amiga de enfrente. Cuando no estaba puesta al balcón, las voces de un soberbio piano la llevaban, trocada en armonías, á la zahúrda del pobre estudiante.

Retirose a su zahúrda el pobre Juan, pesaroso, porque tenía buen corazón, de haber comprometido por un instante la paz intestina y dado pie para una intervención del poder ejecutivo. Había ganado cinco reales y un perro grande. Con este dinero comió al día siguiente, y pagó el alquiler del miserable colchón de paja en que durmió.

Responder quisiera don Quijote, pero estorbáronlo el duque y la duquesa, que entraron a verle, entre los cuales pasaron una larga y dulce plática, en la cual dijo Sancho tantos donaires y tantas malicias, que dejaron de nuevo admirados a los duques, así con su simplicidad como con su agudeza. Don Quijote les suplicó le diesen licencia para partirse aquel mismo día, pues a los vencidos caballeros, como él, más les convenía habitar una zahúrda que no reales palacios. Diéronsela de muy buena gana, y la duquesa le preguntó si quedaba en su gracia Altisidora.

Retirose a su zahurda el pobre Juan, pesaroso, porque tenía buen corazón, de haber comprometido por un instante la paz intestina y dado pie para una intervención del poder ejecutivo. Había ganado cinco reales y un perro grande. Con este dinero comió al día siguiente, y pagó el alquiler del miserable colchón de paja en que durmió.

¡Vaya con Antoñico!... Se ha dedicao á recoger en su zahurda las palomas que se suertan... ¡Pa que se fíe uno de los amiguitos!... ¿Y quién es el tío para pedir el baúl? ¿Le toca algo con Soledad?... ¿Por qué no lo pide ella?... Y muy desabrido y amenazando cantar algunas claridades á Antoñico, se salió de casa. Era domingo de Carnaval. Las calles rebosaban de gente.

Con mi mujercita estaría yo a gusto aunque viviese en una zahurda comiendo berzas y pan negro. Y al mismo tiempo se inclinó para besar sus cabellos. Hubo una larga pausa en que ambos parecían paladear su dicha enternecidos.

Hay en esta inclinación que se observa en Madrid, en el alcázar como en la zahurda, algo de bueno: no es todo malo. Por lo pronto significa una protesta contra esa continua mentira que el refinamiento y la complicación de las fórmulas sociales trae siempre consigo.

Sin duda a la aparición en de estos defectos se ha opuesto el orgullo. No he anhelado ni buscado para darme tono el trato y la amistad de personas encumbradas por nacimiento, educación y riqueza. Naturalmente me he encontrado yo y me encuentro tan distinguida como si hubiera nacido en la púrpura y no me hubiera echado al mundo la Pascuala, sabe Dios en qué zahurda.

Ve pensando mientras yo recuerdo estos sucesos que puedo demostrarte, en que pobre choza o en que miserable zahurda estaba metida entonces tu desarrapada y salvaje parentela. Las brutales persecuciones de Demetrio Soter, después de la funesta batalla y de la heroica y gloriosísima muerte de los Macabeos, movieron a mi familia a emigrar a España.