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Las rentas del Estado alcanzaron a poco más de cuatro y medio millones, y los gastos no excedieron de esta cifra, viéndose por primera y única vez entre nosotros realizado el fenómeno del equilibrio en el presupuesto.

Este cambio de vida exige mucho dinero, y ante el deseo de poseerlo se perfecciona el arte, se ensancha el comercio y se aumenta la industria, buscando aquel honrado pueblo en el trabajo, la nivelación de sus nuevos gastos.

Por lo tanto se ve, que por atencion al correo de tierra no es de necesidad esa nueva oficina, porque los ingresos no pueden compensar los gastos que su establecimiento demanda.

Experto en la administración de estos bienes enormes, sabía que un reparto entre los herederos iba á duplicar los gastos sin aumentar los productos.

Indudablemente se habían propuesto no reprenderla si tiraba el dinero, para que cuanto más derrochase con mayor facilidad pudieran ellos englobar sus robos en los gastos, y al mismo tiempo, estorbando que se casase, dilatar la época de la rendición de cuentas.

La renta que le quedó era bastante para vivir con desahogo y aun con relativo lujo en Madrid. Se hizo cargo de la administración de las casas y puso orden en sus gastos, procurando, no obstante, que a su tío no le faltasen ciertos goces sin los cuales el caballero no comprendía la existencia. Y siguieron viviendo alegres y satisfechos en la mejor armonía.

Estos caminos que indicamos, no necesitan de una anchura desmedida, y por consiguiente no exigen grandes gastos; á mas de esto, la imposicion de un derecho de peage, nada gravosa por su modicidad á los transeuntes, cubriria fácilmente los desembolsos anticipados del Gobierno.

Si la premura era grande, hacía descolgar un tapiz, negociar una joya o pagar ciertos gastos con las piezas de su innumerable vajilla, cuyos platos, fundidos en las minas de América, hacían fácilmente las veces de monedas enormes. El era, sin embargo, harto sobrio.

Dispuso, además, que se entregasen a esta señora mensualmente dos mil reales para mis gastos, acumulando el resto de mi renta para engrosar el capital. Transcurrieron cuatro años, durante los cuales fue pagada puntualmente aquella suma. Luego, de pronto, un mes no nos dio más que la mitad, y al siguiente nada. Yo acababa de cumplir veinte años, y hacía uno que tenía novio.

Actualmente saca en limpio tres ó cuatro millones nada más, y como tiene que cubrir unos gastos enormes, se ve obligado á hacer empréstitos para seguir viviendo, lo mismo que un Estado. Miguel se fijó en los que pasaban por el bar. Sólo entraba un hombre por cada diez mujeres. También es la guerra dijo Castro . ¡No se ven mas que hembras, hembras por todas partes!