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La laringe y el pecho ofrecen pocos síntomas: la tos es seca y espasmódica, provocada por un cosquilleo en los bronquios: los síntomas relativos á la respiracion son poco numerosos y puramente nerviosos. Se sienten algunos pruritos, hasta quemantes, sobre la pared torácica, un grano en el pezon izquierdo y un dolor de escoriacion en varios puntos.

La fiebre provocada por el primero es mas marcada, los síntomas de reaccion mas violentos, así como los de concentracion y el frio, que se elevan hasta el síncope; el ardor epigástrico, los vómitos, las deposiciones, los espasmos, en particular los del exófago, son mas pronunciados, y todavía mas los síntomas relativos al pecho: pulso pequeño, respiracion corta, opresion asmática, hepatizacion del pulmon, inyeccion de la mucosa pulmonar y espectoracion abundante.

La espectoracion mitiga la tos, y es blanquecina y muy acuosa; cuando hay tos seca, es provocada por un arañamiento en los bronquios. Se perciben ciertos ruidos anormales en el acto de la respiracion, entre otros, el chirrido y el zurrido metálico.

Pues ya que de escuderos habláis, dijo el barón cuando cesó la risa provocada por los recuerdos de Sir Oliver, debo decir á los míos que hoy mismo tendrán brillante ocasión de acreditar su valor y de imitar el ejemplo que les han dejado nobles antecesores. Id á la cámara, muchachos, y traedme mi arnés; el señor de Butrón y yo nos armaremos aquí, sobre cubierta, con vuestra ayuda.

Informé fielmente a Roberto de lo que había observado y le pregunté además si no había hecho quizá esperar su visita para aquella época, pues toda la manera de ser de Marta me parecía provocada por una sobreexcitación enfermiza de la espera. Tuve ocasión de estar satisfecha de los conocimientos psicológicos de mis diecisiete años, pues mis previsiones eran justas.

No era imposible que hubiera mediado una explicación entre las dos mujeres, provocada sin duda por la nihilista, cuya presencia en la villa Cyclamens no se explicaba muy bien: aunque incapaz de desear el mal de nadie, la italiana había probablemente herido a la joven sublevándose ante sus amenazas, no pudiendo tolerar que, después de haber apartado de ella al Príncipe, fuera a llevárselo de su propia casa: el resultado de esa explicación podía haber sido cruento.

Por tres veces realizó la suerte, entre las aclamaciones del público. Los que se tenían por inteligentes desquitábanse ahora de la explosión de entusiasmo provocada por Gallardo. ¡Esto era ser torero! ¡Esto era arte puro!... Gallardo, de pie junto a la barrera, limpiábase el sudor del rostro con una toalla que le ofrecía Garabato.

Así como en las mujeres de su edad se anuncian por asomos de contornos turgentes las elegantes líneas del sexo, en el acólito sin órdenes se podía adivinar futura y próxima perversión de instintos naturales provocada ya por aberraciones de una educación torcida.

La herida, franca, había sido bien oprimida, y lavada con mordiente lujo de permanganato. Todo esto, a los cinco minutos de la mordedura. ¿Qué demonios podía temer tras esa correción higiénica? En casa concluyeron por tranquilizarse, y como la epidemia provocada seguramente por una crisis de llover sin tregua como jamás se viera aquí había cesado casi de golpe, la vida recobró su línea habitual.

A una reunion provocada por el jefe general de policia, que lo era Arismendi, acudieron varios vecinos notables de Carácas con el fin de tratar de las peticiones que debian elevarse al Congreso. Una carta circular de Paez los animaba tambien á emitir sus opiniones con plena franqueza y libertad.