United States or Eswatini ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tal ha sido el curso de mi vida, y mientras he vivido he encontrado objetos que ya no existen. Empiezo a temer que mi piedad y mi ministerio no pueden seros utiles. Tan joven todavia ... me cuesta mucho el.... Miradme, hay algunos mortales en la tierra que se hacen viejos en su juventud y que mueren antes de haber llegado el verano de su vida, sin que hayan buscado la muerte en los combates.

Poco importa la forma; no hay ninguna sobre la tierra que sea hermosa o hedionda para mi: que aquel que entre vosotros este dotado de mas poder, tome el aspecto que le convenga. Yo lo espero. Miradme. Mi corazon se halla destrozado.

Les habéis preguntado si no les importaba ser feas; decís las cosas con demasiada crudeza. ¡Dios mío, es cierto! Se me escapó sin pensarlo, y gracias al Cielo que no dije algo más. Yo no puedo vivir entre personas que temen la verdad. Pero en cuanto a ser fea, miradme un poco con este traje de seda color plata. Ya os había dicho lo que iba a suceder. Parezco tan amarilla como una caléndula.

Juana, pobre mujer envilecida, que arrastrando su espíritu en el cieno, pasó la triste vida vendiendo por amor letal veneno; cabeza hermosa, donde de seguro no brotó nunca pensamiento puro, y que ignorando el bien que poseia, vendia, por un poco de dinero, en público mercado, el placer más inmundo, si es vendido, el mayor y más dulce, si es ganado; próxima al duro instante de la triste agonía, á un padre confesor agonizante con anhelosa voz así decia: «Padre: yo de mis culpas me arrepiento »y pido á Dios perdon de mi impureza; »miradme bien al rostro, que no miento.» Y levantando la cabeza en tanto, fijaba sobre el fraile macilento una mirada de ansiedad y espanto; y al ver que nada el fraile le decia, con ansiedad creciente proseguia: «

Levantaos sobre la mas alta de vuestras torres, ciudades españolas: miradme por encima de las cumbres que de os separan, miradme y ved si no trocariais la mejor de vuestras joyas por mis cerros de nacar y mis pintados valles, por la margen de mis arroyos y las orillas de mis rios, por el sol que tiñe de fuego mi horizonte y la luna que cubre mis bosques de misterio.

¡Pueblo de la Nueva Inglaterra! exclamó con una voz que se elevó por encima de todos los circunstantes, alta, solemne y majestuosa, pero que con todo era siempre algo trémula, y á veces semejaba un grito que surgía luchando desde un abismo insondable de remordimiento y de dolor, vosotros, continuó, que me habéis amado, vosotros, que me habéis creído santo, miradme aquí, mirad al más grande pecador del mundo. ¡Al fin, al fin estoy de pie en el lugar en que debía haber estado hace siete años: aquí, con esta mujer, cuyo brazo, más que la poca fuerza con que me he arrastrado hasta aquí, me sostiene en este terrible momento y me impide caer de bruces al suelo! ¡Ved ahí la letra escarlata que Ester lleva!

Miradme; porque no hay ninguno de estos males que yo no haya sufrido, y uno solo basta para terminar la vida de un hombre. No os admireis ya de lo que soy, pero si sorprendeos de que haya existido y de que este todavia sobre la tierra. Dignaos sin embargo escucharme.... Anciano, respeto tu ministerio y reverencio tus canas; creo que tus intenciones son piadosas; pero es en vano.

Y entonces vos me habéis aconsejado valor y fortaleza; habéis robustecido mi alma con vuestra palabra; me habéis salvado. Y á esa lucha sostenida por vos, debo el haber llegado á un gran día, á un día de triunfo. ¡Un día de triunfo! dijo tristemente el padre Aliaga. -Creo que no habéis reparado en , padre mío; miradme bien.

4 ¿Por ventura hablo yo a algún hombre? Y si es así ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu? 5 Miradme, y espantaos, y poned la mano sobre la boca. 7 ¿Por qué viven los impíos, y se envejecen, y aún crecen en riquezas? 8 Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos. 10 Sus vacas conciben, no abortan; paren sus vacas, y no malogran su cría.

Lo que no entiendo, continuó alegremente el arquero mientras se preparaba á despachar su cena, es que mocetones como vosotros os avengáis á vivir pegados al terruño, doblando el espinazo y sudando el quilo, cuando tan buena vida podríais llevar bajo las banderas del rey. Miradme á . ¿Qué tengo que hacer?