United States or Guadeloupe ? Vote for the TOP Country of the Week !


Nos sirven una buena sopa, un plato de gallina, dos entremeses, una botella de Burdeos inferior; y al llegar á los postres, el elegante garçon entra con una batea llena de primores: porciones de manteca, ruedas delgadas de salchichon, peras, ciruelas, rábanos muy pequeños, dulces y otras curiosidades. Nosotros nos imaginamos ver abiertas las puertas del paraíso terrenal.

Yo estaria conforme con estas prácticas, cuando una conquista civilizadora hubiera rescatado al mozo del cautiverio en que lo tiene la conciencia de este mismo pueblo; cuando de la matrícula social se hubiera borrado la palabra degradante garçon; pero la palabra garçon está escrita aquí, tiene aquí su esfera propia, constante, determinada: la palabra garçon lleva en el pensamiento de una raza ilota, menos ilota que la de Esparta; ilota, hasta donde puede consentirlo la civilizacion de nuestros dias; pero ilota, sierva.

Mi mujer empezó á proveerse, tomando sin duda revancha de los contratiempos sufridos, cuando el garçon la dice en un tono muy bajo y muy meloso: Perdone usted señora: no se pueden tomar más que dos porciones á eleccion. Ya me parecia, me dijo mi mujer, que esto era demasiada suerte para nosotros. Si usted quiere tomar más porciones, añadió el garçon, será aparte....

En otra galería del mismo pasaje, nos dimos de cara con otro rótulo que promete tres platos fuertes, vino de Burdeos y sorbete al fin, todo por tres francos. Subimos al piso principal; al entrar nos dieron una contraseña, y á poco se presenta un garçon con frac negro y corbata blanca.

¡Bravo, mon garçon! gritó el arquero riendo á carcajadas. Ya sabía yo que de haber un hombre en el corro no me costaría trabajo descubrirlo. ¿Conque quieres abofetearme, eh? Pues mira, otra cosa te propongo. Una lucha en regla. No á puñadas, porque yo tengo mi plan y no quiero echar á perder esa cara de pascua que Dios te ha dado.

Era en efecto el doctor Montifiori, el marido de Fernanda; un ex-diplomático de un país híbrido como la Herzegovina o el Montenegro: no importa. Mientras nos detuvimos, yo lo observaba. El doctor Montifiori era un personaje de edad reservada, pero con aire de garçon. Sabía llevar con cierta elegancia negligente la ropa que vestía y se conocía que el gusano había vivido siempre dentro de seda.

¡Á tu salud, mon garçon! exclamó levantando su jarro y con sonrisa que descubrió dos hileras de firmes y blancos dientes ¡Por mi espada, que no has visto muchos hombres de armas, ó no me mirarías como si fuese yo un moro recienllegado de España! Jamás había visto un soldado de nuestras guerras, confesó Roger francamente, aunque oído y leído mucho sobre sus proezas.

Escucha, dije muy aprisa á mi mujer, de manera que el mozo, que ya volvia, no pudiese oirme. No muestres maravilla delante del garçon, por nada de lo que aquí veas, aunque sea un elefante vestido de mona. Si él conoce que esto nos asombra, se lo dirá al amo, y el amo nos planta en la cuenta diez ó doce francos por el asombro.

Esto digo yo de la sociedad de judíos. Más que del espíritu de Jehová, se acordarán indudablemente del tanto por ciento que se prometen del canal ó del ferro-carril. Entramos en el célebre restaurant de la Sílfide, nos sentamos, se llega un garçon ... pero basta por hoy, mis queridos lectores. Para mañana tengo un plan oculto.

Un emperegilado garçon que, desde nuestra entrada nos habia seguido la pista á la conveniente distancia de respeto, se aproxima por fin á nuestra mesa. ¿Qu'est-ce que vous voulez, monsieur? Attendez, s'il vous plaît. Aquello era una especie de banquete de Estado, y era preciso no echarlo á perder.