United States or Bermuda ? Vote for the TOP Country of the Week !


eres un señor que permanece tranquilo en su palacio, con todas las comodidades que pueden obtenerse en la época presente, sin correr peligro alguno, mientras media humanidad llora, sufre hambre, se desangra ó muere. El otro, siempre sumido en su asiento, dijo con voz sorda y rencorosa: Me ha insultado... ha querido abofetearme. He detenido su mano junto á mi cara.

¡Bravo, mon garçon! gritó el arquero riendo á carcajadas. Ya sabía yo que de haber un hombre en el corro no me costaría trabajo descubrirlo. ¿Conque quieres abofetearme, eh? Pues mira, otra cosa te propongo. Una lucha en regla. No á puñadas, porque yo tengo mi plan y no quiero echar á perder esa cara de pascua que Dios te ha dado.

Me parecía que doña Salomé estaba revoloteando encima de mi, mostrándome sus ojos rencorosos y sus uñas terribles; me parecía que doña Paz estaba detrás de la cama, y que de tiempo en tiempo sacaba el brazo para abofetearme. Estuve temblando y envuelta en mis sábanas para no verlas; pero siempre las veía. ¡Qué feas son!

Hacía memoria, igualmente, de todas las fiestas á que había asistido pasando con indiferencia ante una gran mesa llena de jarros y botellas... Y yo me decía, perturbado por la fiebre, sin dejar de marchar: «Si entonces hubieses tomado todos los bocks de cerveza, todos los refrescos gaseosos, todos los helados que te ofrecieron y despreciaste, tendrías ahora en tu cuerpo una reserva líquida importante, pudiendo resistir mejor la sed.» Y este cálculo absurdo me atormentaba como un remordimiento, hasta el punto de sentir deseos de abofetearme por mi torpeza.