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Y algunos días después de esto, Mariano estaba en la encrucijada que llaman las Cuatro Calles, mirando indeciso las vías que allí concurren, sin saber cuál escoger para entrar por ella. Oigámosle: «¿Iré a casa de mi tía? No, que llama a los de Orden público y me cogen. ¿Iré a ver a mi hermana? No, que estará allí Gaitica. ¿A dónde iré?... Dejémonos ir.

Me dolía ya la cabeza... Al buen periodista nunca le debe doler la cabeza... ¡Oh, qué placer el de ser redactor! Dejémonos de fárrago, yo no sirvo para él. Vaya un artículo profundo; ojeo el Say y el Smith; de economía política será. Grande artículo me dice el editor, pero, amigo Fígaro, no vuelva usted a hacer otro. ¿Por qué?

Le prestamos dinero cuando su situación era precaria, le costeamos la educación de Mabel cuando él no tenía con qué pagarla y... Y él nos pagó hasta el último centavo... con intereses le interrumpí. Vamos; dejémonos de discutir aquí su proceder. El secreto se ha perdido para siempre: eso basta.

Pero dejémonos desto, y, pues ya viene la noche, retirémonos del camino real algún trecho, donde pasaremos esta noche, y Dios sabe lo que será mañana.

Dejémonos de altiveces... recuerdo que me dijísteis que érais ó habíais sido estudiante en teología... pero que os agradaba más el coleto que el roquete. ¡Ah! , señora, es verdad; soy bachiller en letras humanas, y licenciado en sagrada teología y leyes. Y bien, ¿queréis ser canónigo? dijo la dama mirando á Juan Montiño de una manera singular.

Amaba entrañablemente a don Pedro, a quien, como suele decirse, había visto nacer, y además profesaba el principio de respetar la alcurnia. Bien, hombre, bien gruñó , dejémonos de murmuraciones.... Cada uno tiene sus defectos y sus pecados, y a Dios dará cuenta de ellos. No hay que meterse en vidas ajenas.

Vayamos a cara descubierta contra el enemigo. Destruyámosle si podemos, o dejémonos destruir por él... pero de una vez, en una sola acción, en una sola embestida, en un solo golpe... O él o nosotros. MARQU

Concluida la relación de Marcial, se trabó de nuevo la disputa sobre si mi amo iría o no a la escuadra. «Iremos sólo a ver, mujer; nada más que a ver decía el héroe con mirada suplicante. Dejémonos de fiestas le contestaba su esposa . Buen par de esperpentos estáis los dos. La escuadra combinada dijo Marcial , se quedará en Cádiz, y ellos tratarán de forzar la entrada.

Jacinta hizo un mohín gracioso con fruncimiento de cejas y labios, el cual quería decir: «No me quiero meter en discusiones contigo, porque saldría con las manos en la cabeza». Y era verdad, porque el Delfín hacía las prestidigitaciones del razonamiento con muchísima habilidad. «Bueno indicó ella . Dejémonos de tonterías. ¿Qué quieres almorzar?».

Tiene razón esta señora atreviose a decir la dama, sin apartar sus ojos de ella . Dejémonos de cumplidos y hablemos del asunto que me trae aquí. Estoy a las órdenes de la señora marquesa dijo don Santiago Núñez haciendo una cortesía. Pero la marquesa no empezaba a hablar, ni concluía de mirar a la Esfinge. Era indudable que la presencia de ésta la contrariaba tanto como la sorprendía.