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La idea del dinero se volvía cada vez más distinta en su espíritu, ahora que la necesidad se había vuelto urgente. Pero la perspectiva de tener que presentarse en Batterley con las botas embarradas y de afrontar las preguntas burlonas de los mozos de cuadra, contrariaba mucho su deseo impaciente de estar de regreso en Raveloe y poner en ejecución su feliz proyecto.

¿Va usted esta noche a casa de doña Silvia? preguntole Rubín. Eso pienso. Si sales me dejarás allá, y luego irás a buscarme a las once en punto. Esto contrariaba a Maximiliano, porque le tasaba el tiempo; pero no dijo nada. Y esta tarde, ¿sale usted? preguntó luego deseando que su tía saliese antes de comer, para verificar, mientras ella estuviese fuera, la sustitución de las huchas.

Mi tío entró en los cuartos interiores, preguntando por su hija, y Blanca, notando que la indiferencia de su marido aumentaba, lo abandonó, y, furiosa, iracunda como ella solía ponerse cuando alguien le contrariaba sus gustos y sus caprichos, se volvió al salón donde yo me había quedado con la madre, y clavándome sus ojos claros y penetrantes, con una mirada llena de desdén, me dijo, señalando las habitaciones interiores donde su marido había desaparecido.

Sus manos, mientras arreglaban la cruz que pendía sobre su pecho, temblaban ligeramente. ¡Esto es magnífico! comentó entusiasmado, en voz queda, el artesano de los últimos bancos, volviendo a todos lados su rostro, radiante de alegría, sonriente. El acusado, a quien contrariaba el retraso causado por la obstinación de Karaulova, la miraba con desprecio. El tribunal deliberaba.

Hace poco tiempo que vivo con mi padre y quiero gozar de su presencia y de su ternura. Así se lo he dicho, y aunque ha tratado de combatir mis argumentos, he visto que mi decisión no lo contrariaba y que, acaso, tendría un pesar al ver disolverse ya nuestra dulce vida común. Máximo a su hermano. Me ocurre una cosa infinitamente desagradable.

A nadie contrariaba; con nadie reñía; tenía el talento de saber callar, siempre temeroso de que le conocieran, empeñado en ser un arcano para todos, sonriendo, poniendo paz, tratando de conciliar sus deseos y sus malas pasiones con los preceptos de la moral más severa, el cumplimiento de la ley divina con la utilidad y conveniencia propias.

Aquella virtuosa Princesa resolvió no casarse, siendo así que su hermano deseaba que lo hiciera con el hijo del Emperador Federico II. Si la Princesa hubiera querido hacerse religiosa no hubiera encontrado ciertamente ninguna oposición en su familia, pero la desgraciada hablaba de celibato mundano... «No tendré respondía a todas las instancias, otro esposo más que Jesucristo; sin pasar el resto de mis días en un claustro, viviré en medio del mundo en un estado de virginidadBlanca de Castilla, su madre, y el Rey Luis IX, su hermano, a quien esta resolución contrariaba en extremo, se dirigieron al Papa Inocencio IV para que la combatiese.

Después que nos batimos a satisfacción, y cuando se despejaron un tanto las densas nubes que oscurecían y turbaban su entendimiento, me marché a la Isla, a donde me acompañó deseoso, según dijo, de visitar nuestro campamento. En los días sucesivos casi ninguno dejó de visitarme. Su afectuosidad me contrariaba, y cuanto más le aborrecía, más desarmaba él mi cólera a fuerza de atenciones.

Se exponía, por una parte, a que doña Inés llegase a saber que él quería seducir o había seducido a Juanita, lo cual enfurecería a doña Inés por dos razones: porque contrariaba sus planes místicos de que Juanita fuese monja y porque deslucía o manchaba el amor, sin duda platónico, con que el propio don Andrés la estaba, hacía más de siete años, complaciendo, tal vez poetizándole la vida y consolándola de tener un marido tan perdulario.

Hubiérase dicho que la contrariaba el interés que quienquiera que fuese le mostraba, excepto el de Oliverio que de todos los intereses que pudiera esperar era el más escaso. Antes hubiese aceptado el implacable desdén de este último que someterse a una conmiseración que la ofendía.