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¡Oh, gran adquisición! dijo un socio ; si doña Ana viene, será un gran ejemplo, porque ella, hace tanto tiempo retirada... ¡oh! será un gran ejemplo. Efectivamente. Que se corra que viene la Regenta y se llenará esto con lo mejorcito. Señor Quintanar dijo el ex-alcalde se le declara a usted benemérito del Casino... si consigue traer a su señora la Regenta.

Eminente joven, gloria de la patria, si le prestaras cuatro duros al señor conde de Rumblar, Europa entera te lo agradecería. Le di los cuatro duros. Gracias, gracias, benemérito soldado. Te los pagaré cuando me case. Dime, ¿no te parece que hago bien en desechar vanos escrúpulos? ¿Eso qué duda tiene?

No obstante, este interés se concentraba ante todo en el caballo, lo que nada tenía de particular en una vecindad donde la carrera recorrida por la yegua de French Pitt al escaparse del magistrado de Calaveras, eclipsó todo el interés para el término fatal de personaje tan digno y benemérito.

Fundados en esta su práctica de estado, pretenden que pueden favorecer á cualquiera que ellos quisieren y destruir al que les pareciere; y sirviéndose de una cubierta ó capa de religion para ser creidos, consiguen muchas veces su intento: y proponiendo ellos un sugeto á un principe, no hacen eleccion del mas benemérito, antes mas de ordinario se oponen al que lo es cuando conocen que no es su principal confidente, y así proponen siempre personas que son á propósito para sus intereses, sin reparar si el tal es afecto al principe, si benemérito ó capaz para dar buena cuenta y satisfaccion del oficio ó cargo que les dan, de que nacen casi siempre inquietudes en el príncipe, y alborotos y disgustos en el pueblo.

Otra de las grandes etapas en el conocimiento de la vida del poeta es señalada en 1901 con la publicación del Proceso de Lope de Vega por libelos contra unos cómicos por los señores Tomillo y Pérez Pastor, el benemérito investigador de la vida de Cervantes.

Acudió igualmente aquella tarde á Entralgo el farmacéutico Teruel, hombre profundo, inventor de ciertas pastillas contra las lombrices que eran el asombro y el orgullo del concejo. De todos los rincones de Asturias solían venir demandas de estas famosas pastillas. En Madrid mismo, donde las importó una señora de Oviedo, adquirieron prosélitos. Habían salvado de la muerte á la esposa de un diputado asturiano, el cual en recompensa había hecho condecorar al benemérito boticario con la cruz de Isabel la Católica. Mas después de este esfuerzo químico tan prodigioso el ingenio de Teruel se había agotado ó había dormido para siempre. Ó considerando tal vez vanas y engañosas las glorias humanas, había decidido renunciar á toda labor científica. Lo cierto es que desde hacía largos años estaba dedicado á pescar truchas con caña en el río y á beber sidra en los lagares. ¿Quién regentaba la botica en su ausencia casi continua? Su digna esposa D.ª Teresa.

Habíase reunido ya el Congreso en la villa del Rosario de Cúcuta y se ocupaba de formar la Constitucion del Estado cuando á consecuencia del éxito obtenido en Carabobo, decretó los honores del triunfo para el ejército y sus dignos jefes, ordenando al propio tiempo que el retrato del hijo ilustre de Carácas, del benemérito padre de la patria, fuese colocado en las Cámaras legislativas con la siguiente inscripcion: SIMON BOLÍVAR, LIBERTADOR DE COLOMBIA.

Tardó mucho tiempo en conciliar el sueño. ¡A cuántas tristes consideraciones se presta este caso! Mientras la turbamulta de los sarrienses desprovistos de ingenio, de ilustración y de ánimo, dormía a pierna suelta, aquel hombre benemérito se revolcaba en su cama como en lecho de espinas, sin lograr las caricias del sueño reparador.

Lejos de perjudicarle esto en su importancia, todo el mundo se la concede para todo; así es que, al creer lo que afirma la opinión pública, don Simón es una gran persona, es decir, prudente en el consejo, elocuente en emitirle, rico de hacienda, honra del comercio, provecho de la ciudad, benemérito patricio, y cuanto ustedes quieran.

El espíritu de órden, que no es la menor prenda de este benemérito Magistrado, ha presidido á todas las operaciones de su memorable campaña, y no dudamos que cuando las demas atenciones que le rodean le dejen el tiempo necesario para coordinar los materiales preciosos que tiene acopiados, se derramará una gran luz sobre el territorio y las tribus que ha conquistado.