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Actualizado: 25 de junio de 2025
Te lo ha dicho... exclamó confusa . ¡Qué hombre tan indiscreto! Y yo le había encargado la mayor prudencia... Por Dios, Gabriel, no pronuncies una palabra, ni un gesto que puedan dar a conocer lo que te ha contado lord Gray. ¡Qué indiscreción! Hazme el favor de olvidar lo que te ha dicho. ¿
Advirtiendo el indiscreto estupor con que yo contemplaba la habilidad del maestro, verdadero arquitecto de las cabezas, Doña Flora se rió mucho, y me dijo que en vez de pensar en ir a la escuadra, debía quedarme con ella para ser su paje; añadió que debía aprender a peinarla, y que con el oficio de maestro peluquero podía ganarme la vida y ser un verdadero personaje.
Sacó un papel que reconocí como el mismo que le entregara la Alacrana, y añadió: Este papel fija día y hora. Será mañana por la noche. Basta. Es todo lo que necesito saber. Mañana por la noche. Lo demás no lo diré ni a mi sombra. Temo traiciones y emboscadas y desconfío hasta de mis mejores amigos. Ni yo quiero ser indiscreto preguntando... No me importa.
Aquella noche, excitado por el entusiasmo que le produjo la resolución de casamiento, se dejó decir, tocante a su tía, algo que era quizá indiscreto. Doña Lupe prestaba dinero, por mediación de un tal Torquemada, a militares, empleados y a todo el que cayese.
Perdóneme usted que la moleste, querida amiga dijo juzgando de una ojeada la situación, pero la culpa la tiene un sueño, un estúpido sueño... He soñado que se había usted torcido un pie o que le había pasado algo que le impedía atravesar la plaza... Sería un contratiempo lamentable, pero nadie está obligado a lo imposible... Debe usted de reírse de mi credulidad... Perdónemela usted... Si soy tan indiscreto es con buena intención... Voy ahora al castillo, y en el caso de que tuviera usted que darme alguna comisión... nadie duda de la palabra de un notario...
Por un lado el temor a la monotonía del relato y por otro el riesgo de parecer indiscreto, me aconsejan concretarme al drama que iba desarrollándose calladamente bajo la tranquila apariencia de la política ruritana. Sí diré que mi impostura no fue descubierta.
Le cogió por los hombros y le atrajo hacia sí, mientras decía: Muchacho, ¡tú eres l'enfant terrible! ¡Qué ingenuidad! Pero ¿quién te ha dicho a ti?... Estos. Y puso Paco dos dedos sobre los ojos. ¿Qué has visto? No puede ser. Yo estoy seguro de no haber sido indiscreto. ¿Y ella? Ella... no estoy seguro de que sepa que me gusta. ¡Bah! Estoy seguro yo.... Y más; estoy seguro de que le gustas tú.
Un periódico indiscreto pregunta: «¿Está loco Edmundo Rostand?»... Y cuenta que sus criados le han hallado metido en un baño sin agua y completamente vestido ¡Pobre Coquelin! Pasan otros dos años; de tarde en tarde, á intervalos prudentemente calculados, los diarios hablan del maestro: el recuerdo de «Chantecler» persiste triunfador.
Un criado indiscreto dijo al cabo de algún tiempo á un vecino de Vegalora que aquella noche había visto por la rendija de una puerta á la condesa de rodillas ante miss Florencia. El conde, con el rostro más pálido que nunca, los brazos cruzados y un poco tembloroso, estaba en pie mirándola fijamente. Antes había percibido en el gabinete de sus amos ruido de pasos precipitados, voces y gemidos.
Corrió las cortinas de la ventana, a causa del sol indiscreto que a ella se asomaba, y después de escuchar un momento, si se sentían pasos en el patio o en la escalerilla, retiró cuidadosamente del bolsillo de su gabán claro un objeto y lo colocó sobre la mesa: ahí estaba el pequeño revólver, como un juguete de brillante acero: Quilito, inclinado, lo miraba, con esa fijeza con que los condenados a muerte miran el instrumento de su suplicio. ¡Ah, si la pobre tía supiera! sus veinte nacionales habían servido para comprar la terrible alhajita... ¿No estaba empeñada generosamente en salvarle? ¿qué mejor medio de salvación que aquel, tan fácil y expeditivo?
Palabra del Dia
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