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Actualizado: 22 de mayo de 2025
Era posible encontrar otro barco: se ofrecía á ayudarles en la busca. Iba á enviar Mare nostrum á que le esperase en Barcelona, y él permanecería en Nápoles todo el tiempo que ella quisiera. ¡Farsante!... ¡Y yo he creído en ti! ¡Y yo me he entregado considerándote un héroe, tomando como verdad tus ofertas de sacrificio!... Se marchó furiosa, dando un terrible portazo.
En este momento se asoma al balcon, mi compañera la ve y me llama. Es muy blanca y tiene el cabello casi rubio. Hay en su fisonomía esa mezcla de expresion ardiente y melancólica, triste y apasionada, que es la gran belleza del tipo italiano. Mira con cierto frenesí á uno y otro lado de la calle, como si esperase á alguna persona. ¡Pobre Luisa!
Dos minutos después, subiendo al carruaje, interrogó ansiosamente a la sirvienta de las Aliaga. Esta la informó. Laura estaba en cama, muy enferma, y los médicos no lograban ponerse de acuerdo en las consultas; sin embargo, la fiebre, desde el día anterior, sin que nadie lo esperase, había cedido.
Mandó el familiar al alguacil que allí le esperase, y él se fue a la puerta de la casa de la viuda, y llamó, y abrieron en cuanto dijo cuál era su calidad y oficio y que la señora le esperaba, y entró, se cerró la puerta, y la calle se quedó tan en silencio y tan pacífica, como solía estarlo a aquellas horas de ordinario.
El doctor es perfecto; me trata como si esperase curarme. El marqués es un excelente hombrecito; el viejo Gil me ha rodeado de atenciones. Yo no he querido entristecer a todas esas gentes con el espectáculo de mi agonía y ya ve usted cómo he salido del paso. Tanto peor para los que contaban con mi muerte; tendrán que esperar bastante tiempo.
Ahora mismo te llevaremos a un sitio donde puedes quedar bien persuadido... ¡Manuel! añadió sacando la cabeza por la ventanilla da la vuelta y llévanos a la calle de Atocha. Para delante de la iglesia de San Sebastián. ¡Vivo! Obedeció el cochero, entraron en la ciudad y llegaron al punto designado en pocos minutos. Se apearon allí y dieron orden de que el carruaje les esperase.
Rogóle Tosilos le contase lo que le había sucedido, pero Sancho le respondió que era descortesía dejar que su amo le esperase; que otro día, si se encontrasen, habría lugar par ello. Y, levantándose, después de haberse sacudido el sayo y las migajas de las barbas, antecogió al rucio, y, diciendo ''a Dios'', dejó a Tosilos y alcanzó a su amo, que a la sombra de un árbol le estaba esperando.
Iban alguacil delante y familiar detrás, estirando a cual más podían las zancas y alargando los pescuezos, aficionado el uno al agasajo que de seguro le harían en aquella principalísima casa mientras esperase, y desasosegado y agonizando el otro por volver a ver a doña Guiomar; y esperaba el alguacil que alguna linda doncella, o dueña de no malos bigotes viniese a él, por mandamiento de su señora, para hacerle menos enojosa la espera; que el alguacil no podía creer sino que a cosa de amores volvía el familiar solo a la casa, y sin color de justicia, y que por esto se había salido de la casa sin prender a nadie; y en cuanto al familiar, no pensaba nada, sino que de él tiraban duendes o diablos para llevarle a su perdición; y aunque él no quería, salíasele el alma al mezquino, como si su alma hubiese querido llegar súbitamente y juntarse con aquella otra alma que dentro de aquel hermosísimo cuerpo vivía.
El respondió que a unos caballeros de Burgos que iban a Sevilla, uno de los cuales era su señor, el cual le había enviado delante por Alcalá de Henares, donde había de hacer un negocio que les importaba, y que junto con esto le mandó que se viniese a Toledo y de esperase en la posada del Sevillano, donde vendría a apearse, y que pensaba que llegaría aquella noche, o otro día, a más tardar.
Enviose aviso al pueblo para que allí les esperase una razonable cantidad de borriquitos, y en los coches de la casa y en los que habían traído las personas que últimamente habían acudido se trasladó no mucho después la dorada juventud a la gran plaza que hay delante del Monasterio, punto inicial de la correría.
Palabra del Dia
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