United States or Cabo Verde ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tocaba á Itobad responder, y dixo que él no entendia de adivinanzas, y que le bastaba haber sido vencedor lanza en ristre. Unos dixéron que era la fortuna, otros que la tierra, y otros que la luz. Zadig dixo que era el tiempo.

Así como así, en mi fuero intento, renegaba de mi pusilanimidad, temiendo que en el instante en que hubiera de dirigirle la palabra me abandonara el valor de que venía haciendo tan gran acopio, y, por lo tanto, juzgué que era mejor declararme por escrito. Y así como lo pensé lo hice en seguida; apenas llegué a casa, sentome ante mi mesa, pluma en ristre.

En nuestro país domina más que en Francia ese idealismo oriental; esa atmósfera vaporosa de los asiáticos, la religion del éxtasis absoluto; orientalismo que unido á nuestro genio por la dominacion morisca y árabe, produjo una casta mestiza, indefinible; más indefinible en España que en pueblo alguno de la Europa: la casta de donde salieron el caballero andante, la dama idolatrada de los torneos, el aventurero de lanza en ristre, el poeta druida, el trovador guerrero, peregrino y apasionado; la casta que empezó á deslindarse en dos grandes períodos de hazañas heróicas y de crueldades terribles; dos períodos representados en primer término por dos hombres muy célebres, el Cardenal Cisneros y D. Juan de Austria.

Y con esta seguridad, los pájaros reanudan su canto, las fuentes vuelven a correr y las flores a embalsamar el aire, como si aquel señor no estuviese allí. Impasible en medio de toda aquella agradable algarabía, el subprefecto invoca en su corazón a la Musa de los comicios agrícolas, y lápiz en ristre, declama con voz de ceremonia: Señores y queridos administrados...

Los chulos sacaron a los picadores a la barrera. Uno tenía una pierna rota y se le llevaron a la enfermería. Los otros dos fueron en busca de otros caballos. También montó el sobresaliente; y mientras que los chulos llamaban la atención del animal con las capas, los tres picadores ocuparon sus puestos respectivos, con las garrochas en ristre.

Y acordaos de que esas reglas son ley lo mismo cuando tiréis al blanco que cuando tras del escudo se os venga encima un jinete lanza en ristre ó espada en alto, dispuesto á partiros el alma. Pero ¿quién es ése que agarra el arco como un cayado y que hace tantas muecas para apuntar?

Muchas familias de rancia nobleza habían guardado la propiedad feudal, las grandes extensiones adquiridas por sus ascendientes, con sólo galopar, lanza en ristre, matando moros.

A doña Paula se le ocurría un medio de castigar a los infames, sobre todo al barbilindo agostado; este medio era divulgar el crimen, propalar el ominoso adulterio, y excitar al don Quijote de don Víctor para que saliera lanza en ristre a matar a don Álvaro. «Y nada de esto se le podía decir a Fermo».

La manera noble de conquistarlo era lanza en ristre en medio de un camino, desvalijando a las caravanas, o entrando a saco en las ciudades tomadas por asalto. El precioso metal, buscado en secreto y despreciado en público, no tenía otro empleo que el préstamo y la usura; atrayendo crímenes y maldiciones.

No hay en el ejército mejor ni más digno paladín que vos, señor, replicó Chandos, pero dadas las circunstancias de este torneo, creedme, no conviene que participéis en él. No es de vuestro alto cargo el tomar aquí partido á favor de ingleses contra gascones, ni poneros con éstos frente á aquellos, lanza en ristre ó espada en mano. Demasiado sobreexcitados están ya los ánimos.