United States or Greenland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Llegó ayer, y voy a tener el honor de presentárselo, porque hele aquí que entra. Efectivamente apareció a la sazón en el umbral de la puerta un joven alto, moreno, de semblante tranquilo y frió y vestido con elegancia; lucía en su solapa la cinta de la Legión de honor, de la estrella Polar de Suecia y de Santa Ana de Rusia.

Y haciendo una breve pausa el soldado para dirigir la vista hacia donde aguzaba las orejas el gozque que al lado tenía, volviéndose con aire maligno y de triunfo a Muley, que le miraba con dos ascuas de vidrio que no con dos ojos, le dijo a éste riéndose: Hele ahí Muley.

El mancebillo Mercado, muchacho despabilado y despierto, avizora las rejas de María, y mi gozque, que lleva delantera en esto de avisado, se encuentra en este propio instante donde vos querríais hallaros, esto es, ante los ojos de la muy alta y muy ilustre señora doña María de la Granada, otorgada esposa de... pero hele, hele por do viene nuestro mensajero el gozque, que nos dará lenguas de todo.

Algo me ha dicho; pero mucho me quedó por saber. El pergamino, hele aquí. Sacó don Diego el otro, y juntando las dos partes se hicieron una, y a las letras del que tenía el huésped, que eran E T E L S

-Estemos a razón, Sancho -replicó don Quijote-. Ven acá: ¿en qué consideración puede caber que el bachiller Sansón Carrasco viniese como caballero andante, armado de armas ofensivas y defensivas, a pelear conmigo? ¿He sido yo su enemigo por ventura? ¿Hele dado yo jamás ocasión para tenerme ojeriza? ¿Soy yo su rival, o hace él profesión de las armas, para tener invidia a la fama que yo por ellas he ganado?

Uno tengo yo replicó la doncella ; si éste basta, hele aquí, con condición que también se me ha de decir a la buenaventura. ¿Por un dedal tantas buenasventuras? dijo la gitana vieja . Nieta, acaba presto; que se hace noche.

¡Medrados estamos con eso! -respondió Sancho-. Yo pondré que se vienen a resumirse todas estas faltas en las sobras que debe de haber de tocino y huevos. ¡Por Dios -respondió el huésped-, que es gentil relente el que mi huésped tiene!, pues hele dicho que ni tengo pollas ni gallinas, y ¿quiere que tenga huevos? Discurra, si quisiere, por otras delicadezas, y déjese de pedir gallinas.

¡Vea usted esto!, dijo Clementina riendo; presumes, á lo que parece, de tener buen golpe de vista!... ¡Hele aquí garantido por Herminia; no hay más que hablar! ¡Oh! tía mía, usted se burla y eso no es caritativo. Bueno; tampoco yo quiero mal á tu protegido. Vamos á cuidarle.

Trujéronsele, y, en viéndole Sancho, le dijo: -Dadme, buen hombre, ese báculo, que le he menester. -De muy buena gana -respondió el viejo-: hele aquí, señor. Y púsosele en la mano. Tomóle Sancho, y, dándosele al otro viejo, le dijo: -Andad con Dios, que ya vais pagado. ¿Yo, señor? -respondió el viejo-. Pues, ¿vale esta cañaheja diez escudos de oro?

Un dia, despues de orar y predicar al pueblo, siéntase Ibn Bashír en el tribunal anejo al templo, y llégase á él un forastero, que al verle tan singularmente vestido, despeinado y con la cara mal enjugada : enséñame, le dice, dónde está el Cadí. Héle aquí, le responde señalando á Bashír uno de los que se hallan allí presentes.