United States or Jersey ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡A bordo, hato de haraganes! ¿Vais a abandonar el trépang? ¡Desembarcad, o al primero que toque un remo lo mato como a un perro! Aquí nos quedamos nosotros, y aquí os quedaréis vosotros también. Es que los salvajes nos amenazan, señor dijo un cabo de pescadores. También amenazan a mi trépang, y no me da la gana de perderlo respondió Van-Stael . ¡A tierra, os repito!...

Así, con ocasión de la fiesta que hizo en su obsequio el duque de Medina-Sidonia en su posesión de campo el Hato de Doña Ana, cerca de Sanlúcar, dice: «Lunes á 18 de marzo, tuvo S. M. los mismos entretenimientos de bosque y Comedias, que los demás dias;» y de Granada se dice: «La noche del Domingo de Pascua de Resurreccion, á 7 de abril, huvo en la ciudad muchas luminarias, y en la puerta que llaman de Guadix muchos fuegos, y huvo Comedia en la Alhambra

Bastaba que se reuniesen con cierto misterio unos cuantos jornaleros en un hato, en un rancho de la campiña, para que al momento sonasen los ricos el toque de alarma en los periódicos de toda España, y llegaran nuevos soldados a Jerez, y la guardia civil corriera el campo amenazando a todo el que no estaba conforme con lo exiguo del jornal y la miseria de la alimentación. ¡La Mano Negra! ¡Siempre aquel fantasma, agrandado por la exuberante imaginación andaluza, que los ricos cuidaban de conservar vivo y en pie para moverlo así que los gañanes formulaban la más insignificante petición!...

29 Y he aquí clamaron, diciendo: ¿Qué tenemos contigo, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá a molestarnos antes de tiempo? 30 Y estaba lejos de ellos un hato de muchos puercos paciendo. 31 Y los demonios le rogaron, diciendo: Si nos echas, permítenos ir a aquel hato de puercos. 32 Y les dijo: Id.

Yo le compraré a él muchas velas afirmó Jacinta . ¿Verdad, hijo, que quieres velas? Lo que él quería principalmente era que le llenaran la barriga, porque volvió a dar aquellos bostezos que partían el alma. «A comer, a comer» dijo Benigna, convocando a toda la tropa menuda. Y los llevó por delante como un hato de pavos.

Por ella supo don Alonso que, en la tarde del 21 de octubre, un hato de ministros de justicia había invadido su mansión, penetrando en todas las cuadras, revolviendo armarios y arcones, descajonando hasta el último escritorio y concluyendo por llevarse un gran fajo de papeles y un sello de amatista con las armas de Bracamonte.

Pusimos el hato en el carro de un Diego Monje; era una media camita y otra de cordeles con ruedas para meterla debajo de la otra mía y del mayordomo, que se llamaba Baranda, cinco colchones, ocho sábanas, ocho almohadas, cuatro tapices, un cofre con ropa blanca, y las demás zarandajas de casa.

Yo, que me vi corrido y afrentado, y que ya me iban dando en la flor de lo rico, comencé a trazar de salirme de casa; y para no pagar comida, cama ni posada, que montaba algunos reales, y sacar mi hato libre, traté con un licenciado Brandalagas, natural de Hornillos, y con otros dos amigos suyos, que me viniesen una noche a prender.

Agora se llegó aquí, y no cúyo sea, aunque que no es de los rebaños de la redonda." "Pues así es respondió el señor , ponle luego el collar de Leoncillo, el perro que se murió, y denle la ración que a los demás, y acaríciale porque tome cariño al hato y se quede en él."

No abundan tanto los crímenes por esos mundos, a Dios gracias. Hay jueces, hay magistrados, hay verdugos. Aquel hato de bribones se contentaría con explotar al señorito y a la casa, con hacer rancho de ella, con mandar anulando en su dignidad y poderío doméstico a la señorita. Pero..., ¿si no se contentaba?