United States or Iran ? Vote for the TOP Country of the Week !


En el numeroso séquito del príncipe y sus regios huéspedes figuraban capitanes y cortesanos de Gascuña y España, de Inglaterra, el Lemosín y Saintonge. En los asientos y gradas encantaban la mirada las morenas bellezas del Garona y junto á ellas las rubias beldades inglesas, ostentando unas y otras sus mejores galas.

¡Pero vea usted! dijo Melchor contemplando bondadosamente a Garona. ¡Cómo se aclimatan estos gringos!... ¡Quién había de decirle, don Saverio, que iba usted a tomar mate en su vida?

No habían andado dos leguas, cuando Baldomero exclamó: Pará, ché Hipólito; aquel hombre viene queriendo alcanzarnos. En efecto, era un peón de Garona, que al llegar próximo al break y antes de que su caballo se detuviera del todo, se arrojó de él, bajándole la rienda, y dirigiéndose a Melchor le dijo: Aquí le traía estos telegramas.

Multitud de pequeños Vapores de rio navegan el Garona arriba y abajo de Burdeos; otros mas grandes hacen la navegación marítima en dirección á España y Portugal, Inglaterra, Alemania, etc., y una línea de poderosos paquebotes tiene ya en relación permanente á Burdeos con los puertos principales del Brasil y las Repúblicas del Plata.

Los tres amigos se dirigieron al break que tenía en el pescante una gran canasta con las provisiones para el almuerzo, y subieron en él después de despedirse amablemente de cuantos encontraron al paso y de recomendar a Garona que hiciera llegar en seguida la canastita a don Casiano. ¿Y usted, don Baldomero, no sube? preguntó Lorenzo viendo que se disponía a cerrar la portezuela del break.

Los duraznos los comimos anoche intercedió Melchor, pero yo no me he comido el moño. ¡Ni yo! ¡Ni yo tampoco! Yo decir dijo Baldomero, que anoche cuando la puse aquí lo tenía. Se lo habrán comido los ratones dijo Ricardo. ¡Eso ha de ser! dijo irónicamente Baldomero, agregando: ¡Miren que no haber caído en la cuenta! A propósito, Baldomero, ¿quiere pedir la cuenta a Garona?

«No» pierda cuidado, don Baldomero. Hágales un buen asado de costillas con ensalada. ¿De pepino? ¿De pepinos, dice?... mejor de lechuga... y unos pollos... pero que sean gordos... ¿Y de empezar?... ¿Es fresca esa ternera fiambre que he visto en el mostrador? Fresca... fresca... fresca... es fresca... Bueno, eso no, amigo Garona... pero usted sabe tener tallarines... Hay de casualidá...

Por la izquierda, el brazo menos caudaloso, que llaman el pequeño Ródano, es, no obstante, una poderosa corriente bastante más fuerte que la del Garona, el Loira y el Sena; por la derecha, el gran Ródano, se oculta á la vista por una ribera poblada de sauces que cubren la mitad del vaporoso espacio.

Vea, Garona, tiene que preparar una buena comidita para don Melchor y esos mozos, ¿sabe? decía Baldomero al dueño de casa, casa que aventajaba sin duda a la más surtida y completa de las de la misma capital, pues era hotel, tienda, ferretería, almacén, bar y... ¡botica! todo junto, bajo la conspicua dirección de su dueño, Saverio Garona, italiano gordo y bonachón que usaba alpargatas y chambergo.

Al retroceder una vez más le faltó pie y se hundió en las aguas del Garona. Con una exclamación general de sorpresa precipitáronse todos en auxilio de Tránter, que había desaparecido por completo en las profundas y heladas aguas del río. Dos veces apareció sobre ellas su angustiado rostro y en vano procuró asir los cintos, espadas y ramas que sus compañeros le tendían.