United States or Kyrgyzstan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Porque las funciones de comer y digerir no se regían en aquel hombrazo por las grandes crisis del espíritu, sino por una ley mecánica. Necesitaba comer, mucho y a menudo, como la mole ruinosa necesita el puntal para no desplomarse. No obstaba aquel insaciable apetito de su estómago para sentir el pobre hombre desfallecido de pena su corazón.

Un doctorcito, de estos que apenas salen de las aulas, ya se presentan candidatos a todos los puestos vacantes de importancia, sin más títulos que su título y sin más bagaje científico que los atracones, a fin de curso, de textos sin digerir, y así hacen de jueces y diputados, como juegan los niños haciendo de generales y de obispos, entró con mucho sonar de botas nuevas, preguntando dónde estaba Jacintito.

Partió ayer, como te dije, por el ferrocarril del Havre ... Se ha ido á digerir su fastidio en la orilla del mar ... Se ha dado el golpe mortal ... Le permito vivir, declaró magnánimamente la señorita Guichard, á condición de que, en adelante, permanezca en su puesto ... ¿Y qué remedio tiene? Has cortado las garras á ese león y ya está domado ...

¿A ? dijo Meñique; no hay cosa más fácil que hacer un poco de lugar. Y se abrió con el cuchillo de arriba abajo la chaqueta y el gran saco de cuero. Ahora te toca a ti dijo al gigante; haz lo que yo hago. Muchas gracias dijo el gigante. Prefiero ser tu criado. Yo no puedo digerir las piedras.

Aquellos ojos decían a todo el que los miraba: «Soy la expresión de esa España dormida, beatífica, que se goza en ser juguete de los sucesos y en nada se mete con tal que la dejen comer tranquila; que no anda, que nada espera y vive de la ilusión del presente mirando al cielo, con una vara florecida en la mano; que se somete a todo el que la quiero mandar, venga de donde viniere, y profesa el socialismo manso; que no entiende de ideas, ni de acción, ni de nada que no sea soñar y digerir».

Nada de eso, señora respondió con bondad el cura; es el primer vagido de una personalidad que se ignora. ¡Singular vagido! dijo la abuela. En fin... a San Pablo y San Agustín se lo debemos añadió con rencor. Verdaderamente, no puedo digerir eso... , respondió el cura con condescendencia, ya lo digerirá usted. Ya verá, ya verá.

¡Qué animal tan extraño! exclamaron los dos jóvenes en el colmo de la sorpresa. Pues esto es más extraño todavía dijo el Capitán recogiendo otra olutaria, de cuya boca salía un pececillo de pocos centímetros de largo, vivo todavía. ¿Tal vez un pez que no ha podido digerir? preguntó Cornelio. No; es el compañero de la olutaria respondió el Capitán. No te comprendo. Me explicaré mejor.

Y Luna notaba en este silencio cierta rebeldía semejante al irónico gesto con que los compañeros de Barcelona acogían sus ilusiones sobre el porvenir y sus anatemas a las violencias de la acción. Los ardientes neófitos se distanciaban de su iniciador. Le oían con respeto, pero necesitaban aislarse de él para digerir a su modo las enseñanzas.

Atribuía la muerte de su ama al vaso de agua azucarada que le había preparado tan pacientemente todas las noches, y pensaba frotándose las manos que todo llega para el que sabe esperar. A mediodía hacía un segundo almuerzo, y para digerir bien, a estilo de propietario, se paseaba una o dos horas alrededor de la finca a la que había echado el ojo.

Pues son mis hermanos y mi hermana Lucrecia, y yo; yo sin pelo de barba todavía, pero con mis dos ojos cabales... con los que me alcanzaste aún, Catana, en época bien memorable para ... Pero no hablemos de esto, canástoles, que es muy amargo y muy duro de digerir... Corriente.