United States or Kiribati ? Vote for the TOP Country of the Week !


Clementina se dejaba adular, respiraba con delicia aquel tufillo de incienso. En cambio prometía que ni un céntimo perdería Pepa de su capital. Bajaron la escalera cogidas por la cintura, charlando como cotorras. Al llegar a la puerta del salón, antes de soltarse se dieron un apretado y cariñoso beso.

Doña Inés, que así se llamaba la hija de don Paco, venerada esposa de don Alvaro Roldan, tenía también muchos costosos caprichos de varios géneros. Se vestía con lujo y elegancia no comunes en los lugares; sustentaba canarios, loros y cotorras; era golosísima y delicada de paladar, y los mejores platos de carne y los almírabes más apetitosos se comían en su mesa.

Su patio, defendido en la parte del sol por esteras, es un gallinero donde cacarean hasta veinte o treinta hembras con murmullo de coquetería, de celos, de cháchara frívola y desacorde que no tiene fin, ni principio, ni términos claros, ni pausa, ni variedad. Óyese desde lejos, cual disputa de cotorras en la soledad de un bosque... Las hay también juiciosas.

¡Qué dicha para los periquitos y las cotorras, que huyeron por las ventanas batiendo alegremente las alas! ...¡Vil metal! ...¡Es posible! ¡Diablo! ¡hermoso tiro! Ya ves, maestro Zeli..., la bala ha entrado por encima del coronamiento y ha salido por la tercera porta de estribor. ¡Pardiez! ¡Melia, haces maravillas!

Materne se levantó y dijo secamente: Es hora de ponerse en camino; hay que estar en el bosque a las dos, y estamos aquí hablando tranquilamente como cotorras. ¡Hasta la vista, señor Dubreuil! Salieron los tres rápidamente, no pudiendo reprimir la cólera. ¡No olviden lo que les he dicho! gritó el posadero desde su asiento.

Debe haber un daltonismo hereditario en la masa. Es imposible que vean el rojo con el mismo tinte que se nos ofrece. El verde los seduce; es necesario haber vivido un año entre cotorras para habituarse a aquellos plastrons imposibles. En cambio, el grupo de los swell se viste con una elegancia sólo comparable a la alta clase inglesa.

El buho, de mucho tamaño y hermoso plumaje. Las trepadoras están representadas por una numerosa variedad de papagayos, cotorras, carpinteros y otras; la más notable es el loro llamado de siete colores, en el que sobresale el encarnado; es pequeño, pero de hermoso aspecto por la firmeza y brillantez de su plumaje.

Le preguntaron a Carmen, sin considerar el estado que guarda, que si era cierto que eras novio de la señorita Fernández y que te ibas a casar con ella. A me dio mucha cólera eso; porque comprendí que sólo por averiguar y saber la verdad habían venido. Se estuvieron aquí más de tres cuartos de hora, charlando como unas cotorras.

Largas cajas de caoba roja y pulimentada contenían camelias, jazmines de Méjico y cactos de espesas hojas. En una linda jaula de limonero y de enrejado de plata revoloteaban unos hermosos pájaros de cabeza verde, de alas purpuradas con reflejos de oro, y bonitas cotorras de Puerto Rico, con todo el cuerpo azul, un penacho de color de naranja y el pico negro como el ébano.

La forma de la cabeza, la sonrisa, el perfil sobre todo, la nariz corva, la boca hundida, los ojos picarescos, eran trasunto fiel de aquella hermosura un tanto burlona, que con la acentuación de las líneas en la vejez se aproximaba algo a la imagen de Polichinela. La edad iba dando al perfil de Estupiñá un cierto parentesco con el de las cotorras.