United States or Djibouti ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mientras Gallardo admiraba la carta, entraba y salía su criado Garabato llevando ropas y cajas, que dejaba sobre una cama. Era un mozo silencioso en sus movimientos y ágil de manos, que parecía no reparar en la presencia del matador.

La chica, señalando seis o siete grandes cajas de cartón que había sobre la mesa y en el suelo, repuso: Aquí están las coronas que ha encargado la señora para el cabo de año. ¡Baja esa voz! ...no las han traído antes porque no habían llegado, y dice el dependiente de la tienda que tenga la señora la bondad de escoger ahora mismo la que quiera porque hay muchos pedidos.

Fórmese por las cajas reales un estado exacto del ramo de guerra, con distincion de lo producido en esta capital y su jurisdiccion, del que se recoge en Montevideo; el que verificado, pase al Tribunal de Cuentas y Sr.

Mientras tanto, nuestra pobre amiga se encontraba muy afectada y abatida, preguntando a cada instante por su Inocencio. Yo, para no afligirla más, le dije que el autor lo había tomado con resignación y se había salido del teatro a respirar un poco el fresco. La infeliz se revolvía contra misma echándose toda la culpa. Se alzó el telón para el acto tercero: todos acudimos a las cajas con afán.

Los chamorros no conocen el impuesto del tributo, no sucediendo lo mismo con el servicio personal, que casi en su totalidad es redimible, siendo tal concepto la verdadera cantidad positiva que constituye las cajas comunales. El chamorro está obligado también á formar parte del batallón de Milicias urbanas al servicio de las islas, cubriendo plazas á medida que vacan.

Conseguí fácilmente que Alejandro me acompañara a mi cuarto: mi tío me había regalado varias cajas de solados de plomo, entre los cuales figuraba un regimiento de caballería en cuyo jefe yo creía entrever la figura invencible y milagrosa de don Buenaventura, el general y candidato de mi tía. Los detalles del boletín leído en lo de Bringas, me quemaban los sesos.

Aturde el pensar nomas en el valor de las transacciones de cada dia que se verifican en el Banco de Londres, sin contar centenares de bancos particulares que gozan de un inmenso crédito y guardan en sus cajas y subterráneos mas dinero del que hay repartido en todo el mundo.

Abrían las cajas para sacar camisas blancas y vestidos nuevos; limpiábanse de los menudos compañeros de viaje repugnantes y molestos, que volvían a refugiarse en las rendijas de las naos; se ceñían la espada. En cuanto a las pobres damas, macilentas por el mareo y las privaciones, transfigurábanse al llegar a las nuevas tierras.

Iba en cuerpo y en alma, el cuello en el sombrero, los calzones vueltos, la camisa en la espada, la espada al hombro, los zapatos en la faldriquera, alpargatas, y medias de lienzo, sus frascos en la pretina y un poco de órgano en cajas de hoja de lata para papeles. Luego trabamos plática; preguntóme si venía de la Corte; dije que de paso había estado en ella.

La señorita Nancy no se avergonzaba, por su parte, de esto. En efecto, a la vez que se vestía, la joven contaba a su tía cómo habían hecho su hermana Priscila y ella para poner sus ropas en las cajas la víspera, porque esa mañana tenían que amasar, y limpiar la casa. Era, pues, conveniente que dejaran además una buena provisión de fiambres para los sirvientes.