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Amaury se aproximó a él en cierto modo y le mostró algo mejor semblante, por lo cual el buen muchacho no sabía cómo demostrar su agradecimiento, pues en presencia de su antiguo compañero parecía un culpable necesitado de ajena indulgencia: le oía con respetuosa y afectada atención, aprobando en silencio cuanto Amaury le contaba.

Estando en el Consejo, vinieron el General de la Religión y Sicilia, y fueron del parecer de Don Sancho. En estos dos pareceres se resolvieron todos, aprobando unos el parescer de D. Sancho y otros el de Cigala. Á Joan Andrea paresció bien lo que D. Sancho había dicho, y llamó al patrón de la fragata de Malta y demandóle con qué tiempo había venido y por dónde.

El Gobierno de Madrid, no aprobando esta clase de política del General Blanco, envió al Teniente General don Camilo Polavieja para relevarle del cargo, mandando al propio tiempo, tropas regulares de españoles peninsulares.

10 aprobando lo que es agradable al Señor. 11 Y no tengáis comunión con las obras infructuosas de las tinieblas; sino antes bien impugnadlas. 12 Porque torpe cosa es aun hablar de lo que estos hacen en oculto. 13 Mas todas estas cosas cuando de la luz son impugnadas, son manifestadas; porque la luz es la que manifiesta todo.

Mesía le miró aprobando sus palabras con una inclinación de cabeza y una afable sonrisa. Señores añadió Trabuco, animándose esto es escandaloso. Aquí todo se convierte en política. El señor Magistral es una persona muy digna por todos conceptos. Díjolo Blas. ¡Lo digo yo! Como si lo dijera el gato. Hubo una pausa. El ex-alcalde no era un Joaquinito Orgaz.

El primer jovenzuelo se cree un genio. ¡Qué escándalo! Golbasto movía la cabeza aprobando estas protestas, y los admiradores insistían en sus lamentos, como si fuera á llegar el fin del mundo aquella misma tarde. El solemne Momaren cortó á tiempo este concierto de quejas, pues los que rodeaban al versificador habían agotado ya todas sus palabras de indignación y no sabían qué añadir.

Si muero, estoy seguro de que ejecutará escrupulosamente mis voluntades, ya para publicar lo que le parezca digno de ello, ya para quemar lo que no deba ser leído. Al decir esto miraba a Luciana, que le había preguntado; pero ella parecía pensar en otra cosa y seguía indiferente y pensativa. Mi padre dijo, aprobando a Lautrec: Máximo es la lealtad misma, y además, discreto como una tumba.

Sonrisas discretas, protestas, exclamaciones, criticando o aprobando la teoría eminentemente aristocrática de Martholl, surgieron de todos lados; luego la conversación recuperó su curso tranquilo, en tanto que María Teresa sentía aumentar su malestar moral. ¿Por qué Martholl sentía tales cosas? ¿Cómo osaba decirlas? ¿De qué muslo de Júpiter habría salido su familia? ¿Qué noble genealogía de héroes o hidalgos, protegía aquel nombre de Martholl?

Las gentes de su raza, aunque pobres, tenían su poquito de ciencia, que los gachés buscaban muchos veces. Y llamada por ella se presentó en el cortijo su comare, una gitana viejísima, que gozaba gran fama de curandera en Jerez y su campo. Después de oír a la Alcaparrona, palpó el mísero esqueleto de la enferma, aprobando todas las palabras de su amiga.

Tristán le escuchaba distraído, pensando en sus cosas; Clara con toda atención, aprobando con el gesto, dejando escapar frases de conmiseración y sacudiendo la cabeza indignada contra sus enemigos, sobre todo contra Alvarez, el infecto Alvarez. Últimamente García ya no hablaba más que para ella y no se dirigía a Tristán.