Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de junio de 2025
Manuel y Pepe habían sido compañeros de colegio, condiscípulos de carrera y camaradas de aventuras en la primera época de su juventud: tal confianza les unía, que al irse a Nueva York el primero dijo al segundo: Ya he dicho a Felisa dónde ha de escribirme y hasta qué fecha; pero cuando le avise que estoy a punto de volver, me escribirá aquí.
A la salida recibí numerosas felicitaciones de todos los amigos y de muchos desconocidos. Luciana estaba radiante y se unía a mí, muy orgullosa, como si ya le perteneciera mi éxito, y esa cándida vanidad me complacía, a pesar del veneno de la víbora anónima que sentía correr por mis venas. Acaso no disimulé bien, pues me pareció inquieta en el momento de separarnos.
El peatón postal, único eslabón que los unía con el mundo circunvecino, contaba algunas veces maravillosas historias de Campo Rodrigo, diciendo a menudo: Allí arriba tienen una calle que deja muy atrás a cualquier calle de Red-Dog; tienen alrededor de sus casas emparrados y flores, y se lavan dos veces al día; pero son muy duros para con los extranjeros e idolatran a una criatura india.
Varmen, la mayor, que unía á su timidez juicio y dulzura, era bien querida en el lugar, en que, hablando de ella, sellaban su elogio con decir, según la expresión del país, que era arrimadita á la iglesia.
Y el bravo marino, que unía á sus funciones náuticas la obligación de hacer arengas en los banquetes y abrir los bailes con la dama de mayor respeto, empezó el desarrollo de un rosario de palabras semejantes á frotamientos de tabletas, con largos intervalos de vacilante silencio.
Además, á él sólo le interesaba lo que ocurriese á partir de la plancha que unía el muelle con el buque. ¿No has dado parte á la autoridad?... El segundo se indignó al oír esta pregunta, con la altivez de los mediterráneos, que nunca se acuerdan de la autoridad en momentos de peligro y sólo confían su defensa á la destreza de su mano. «¿Le tenía acaso por un delator?...»
Pero bien podía suceder que Doña Francisca no lo creyese, y que se quebrantara el lazo de amistad que desde tan antiguo las unía; y si la señora se enojaba de veras, arrojándola de su lado, Nina se moriría de pena, porque no podía vivir sin Doña Paca, a quien amaba por sus buenas cualidades y casi casi por sus defectos.
Querido mío me dijo sin preámbulos, me ocurre una contrariedad considerable: he perdido a mi tía. ¿Qué tía? No tenía más que una, la señorita de Boivic, y aun ésta no lo era más que por benevolencia y especial elección. Era, en efecto, hermana del segundo marido de mi madre, de modo que no me unía con ella ningún lazo real de parentesco... Sin embargo...
En esta situación se hallaban Lucía y el Comendador la noche en que se celebró la boda de Clara y de D. Carlos en casa de D. Valentín. El Comendador estuvo alegre, aunque hondamente conmovido, en aquella solemne ocasión, en que una persona tan querida de su alma se unía con lazo indisoluble al hombre que debía hacerla dichosa. Don José y Doña Antonia se volvieron temprano á su casa.
El entusiasmo por la gloria de la casa les unía con tal familiaridad, que los enemigos murmuraban, creyendo que doña Bernarda, despechada por las infidelidades del cónyuge, se entregaba al lugarteniente. Y don Andrés que sonreía con desprecio cuando le acusaban de aprovechar la influencia del jefe en pequeños negocios, indignábase si la maledicencia se cebaba en su amistad con la señora.
Palabra del Dia
Otros Mirando