Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de octubre de 2025
A estas expresiones de ternura, mezcladas de burla cariñosa, la monja no contestaba ni siquiera con una mirada. Y la otra seguía: «¡Ay, mi galapaguito de mi alma, qué enfadadito está conmigo, que le quiero tanto!... Sor Marcela, una palabrita, nada más que una palabrita. Yo no quiero que me saques de aquí, porque me merezco la encerrona. Pero ¡ay niñita mía, si vieras qué mala me he puesto!
Y Perla, al oir esta exclamación, ó al percibir aquellos sollozos de angustia, volvía hacia su madre la viva y preciosa carita, sonreía dulcemente y continuaba su juego. Nos resta hablar de una peculiaridad de esta niñita.
Al caer dio con la frente en el suelo y su rostro se bañó en sangre. Huyamos, Blanca gritó el desconocido, cubriéndola con el tapado que ella le había abandonado al entrar. Aquella miserable criatura abarcó la escena con una sola mirada, pero el brazo amenazante de la niñita la intimidó y dio vuelta al rostro.
Aquella pequeña habitación estaba á orillas del mar, medio oculta por un bosquecillo de árboles no muy corpulentos; y en ese lugar solitario, con los pocos recursos que poseía, y gracias al permiso de los magistrados que aun ejercían una especie de vigilancia inquisitorial sobre Ester, se instaló ésta con su niñita.
Hay que ponerse en la realidad, niñita. No mires esto con ojos de mujer; ponte en mi caso; figúrate que eres hombre... Estoy asombrada de la vuelta que le das a tus caprichos, y de lo bien que te las compones para hacer pasar por protección desinteresada lo que en realidad es amor que tenías o tienes a esa maldita. Pues a eso voy ahora. Aquí te quiero ver... Atención.
Si yo me muero por servirla: mire que yo soy como las tacitas de coco, que dicen en letras muy guapas: 'yo sirvo a mi dueña'. Voy a poner la puerta de mi casa llena de tiestos de flores, y a alquilar a los músicos, el día que mi niñita vaya a verme. ¡Y, eso que yo no se lo hago a nadie: porque no lo hago por servicio, sino porque le he cobrado mucha afición!».
Ahogó un sollozo y huyó a su habitación, a llorar, tan pequeña en el amplio y largo corredor, que parecía una niñita. El doctor la siguió con la vista, consultó de nuevo su reloj y, sacudiendo la cabeza, se dirigió a sus habitaciones. El día siguiente fue gris, y, aunque no llovió, hizo mucho frío. El invierno se echaba encima. El barro no tardó en secarse.
Las despedidas cara a cara no son buenas para romper. Haré lo que tú quieras, lo que tú me mandes, niñita de mi alma, monísima... más salada que el terrón de los mares. iv A la siguiente mañana, Jacinta se levantó muy gozosa, con los espíritus avispados, y muchas ganitas de hablar y de reír sin motivo aparente. Barbarita, que entró de la calle a las diez, le dijo: «¡Qué retozona estás hoy!... Oye.
El buen viejo, después de haber besado a su hija, se retiró a su habitación que estaba inmediata a la en que Graciana debía cuidar a la niñita. A la una de la noche, mi tío, que dormitaba, se despertó súbitamente por una luz repentina que lo deslumbró como un relámpago, creyendo haber oído en sueños algo como un grito estridente y penetrante.
Aquí y allá se detenía junto á un charco de agua dejado por la marea, y se ponía á mirarse en él como si fuera un espejo. Reflejábase en el charco la imagen de la niñita con brillantes y negros rizos y la sonrisa de un duendecillo, á la que Perla, no teniendo otra compañera con quien jugar, invitaba á que la tomara de la mano y diese una carrera con ella.
Palabra del Dia
Otros Mirando