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Actualizado: 16 de mayo de 2025
Así, por ejemplo, cuando álguien va á incorporarse en la comunidad de los aguadores, el neófito es conducido á una llanura en procesion y colocado sobre un tonel á guisa de tribuna; allí arenga y contrae sus empeños, y en seguida el jefe de la corporacion le vierte en la cabeza un cántaro de agua, aunque sea en el rigor del invierno.
Decidme... pero rodeemos por esta calle: ¿á qué habéis venido á Madrid? A buscar á mi tío, que es el cocinero mayor del rey. ¡Ah! ¿y al arrimo de vuestro tío, venís á pretender algún oficio á la corte? Yo, señora, no pretendo nada. ¿Sois rico? Soy pobre. Pero para servir bajo las banderas del rey como soldado, no son necesarios empeños. ¿De modo que...?
Esta es reimpresión de una edición desconocida para mí, ya impresa en el siglo XVII. Las comedias que contiene son: Querer por solo querer, No hay amor donde hay agravio, El marido hace mujer y el trato muda costumbres, Los empeños del mentir, Más merece quien más ama, Cada loco con su tema y el montañés en Viana, Entremés de Micer Palomo.
Ofrezcamos ahora al lector algunos ejemplos de los más notables de las imitaciones, copias y arreglos que han hecho los franceses de las comedias de Calderón y de sus coetáneos, sin apurar ni con mucho la materia, y pasando por alto el Heraclius, de Corneille, y otros casos de igual índole, señalados antes al tratar de Rojas. Tomás Corneille publicó en 1651 Le feint astrologe, de El astrólogo fingido, y Le geolier de soy même, de El alcaide de sí mismo. Esta misma comedia fué arreglada también en igual año por el escritor francés Scarron, titulando su drama Le gardien de soy même. La magie sans magie, de Lambert, de 1660, lo es de El encanto sin encanto, de Calderón. El acto segundo de Casa con dos puertas es el cuarto de Les engagements du hasard, de Tomás Corneille. Esta comedia, como lo indica su título, es en su fábula un arreglo de Los empeños de un acaso, de Calderón. La dama duende, en el año de 1651, se presentó en la escena francesa por d'Ouville, bajo el título de L'esprit follet, y después por Hauterroche con el nombre de La dame invisible. Peor está que estaba, fué arreglada en 1655 por Boisrobert, denominándola Les apparences trompeuses, y más tarde por Lesage en su Don César des Ursins. En la que lleva el título de Point d'honneur, de Lesage, hay confundidos dos dramas de Rojas; no hablamos ahora, porque no corresponde á nuestro objeto, de las demás comedias comprendidas en su Theâtre espagnol, puesto que él las ofrece como traducciones no destinadas á la representación; pero merece mención especial la denominada Crispin, rival de son maître, comedia de enredo, como original, y otras que revelan en la traza su procedencia española. Para Les femmes savantes, de Molière, sirvieron de modelo Los melindres de Belisa, de Lope; No hay burlas con el amor, de Calderón, y La presumida y la hermosa, de Zárate. Los lances de amor y fortuna fueron arreglados en el año de 1657 por los dos autores franceses, Boisrobert y Quinault, llevando ambos arreglos por título Les coups d'amour et de fortune. Quinault hizo lo mismo con El galán fantasma, apellidándole Le fantome amoureux. Tomando por modelo La aprehensión de la voz, de Moreto, escribió Tomás Corneille en el año de 1653 su Charme de la voix, y Scarron su Don Japhet d'Armenie, en el año de 1652, de El marqués del Cigarral, del mismo Moreto. La princesse d'Elide, de Molière, es una imitación de El desdén con el desdén, de Moreto; L'amour
Como en los esfuerzos científicos, estos empeños literarios se enlazan, se completan, se ordenan á través de los años y de los siglos. Sevilla fué siempre, y lo es ahora, un admirable taller para esta persistente labor de sabiduría.
Ir a la fiesta solo, con Alejandro, era una dicha; el mulato reacio y voluntarioso, se había obstinado en no salir y, encerrado en su cuarto, se negaba a complacerme; pero fueron tantas mis súplicas y mis empeños, que al cabo cedió, y muy de mañana nos pusimos en marcha para el muelle.
EL JUEZ. No lo dudo; pero, con arreglo a los informes de la Policía, usted fué sorprendido en un hotel de la calle de las Grandes Baldosas en compañía de una muchachita que no había cumplido los quince años; el padre y el hermano de la joven lograron del comisario un proceso verbal instruído a instancias suyas; la joven Elisa Machut declaró ante el oficial de Policía que había sido llevada a este hotel merced a pérfidos manejos, y que una vez encerrada con usted no había podido substraerse a sus galantes empeños.
La pensión de la señora, como viuda de intendente, había sido retenida en dos tercios por los prestamistas; los empeños sucedían a los empeños, y por librarse de un ahogo, caía pronto en mayores apreturas. Su vida llegó a ser un continuo afán: las angustias de una semana, engendraban las de la semana siguiente: raros eran los días de relativo descanso.
En Los empeños de un acaso, como su título mismo anuncia, es la casualidad la palanca más poderosa de la acción: las combinaciones, los sucesos, los resultados que se enlazan entre sí, son tan varios, trazados con tanto ingenio y unidos por un lazo tan estrecho, que la curiosidad de ver cómo el poeta sale airoso de tantos obstáculos acumulados, inspira el mayor placer, tanto al que la lee como al que la oye, sin dejar á su atención un solo momento de descanso.
¡Voto va! dije yo a monsieur Sans-délai; ¿sabéis que nuestro expediente se ha quedado en el aire como el alma de Garibay, y que debe de estar ahora posado como una paloma sobre algún tejado de esta activa población? Hubo que hacer otro. ¡Vuelta a los empeños! ¡Vuelta a la prisa! ¡Qué delirio! Es indispensable dijo el oficial con voz campanuda, que esas cosas vayan por sus trámites regulares.
Palabra del Dia
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