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Ea, figurémonos que hago esfuerzos para no dormirme. ¿Y para qué quiero yo dormir? Mejor es estar así, pensando uno en sus cosas. Estas rayas de papel, azules y verdes, se quiebran a distancia de veinticinco centímetros; no, de veinte. La flor gris alterna con la flor azul.

Lo que yo dijo y sostengo manifestó una de las samaritanas, tirando por la calle de enmedio , es que este D. Juan Pablo está guillado. Loco, tal vez no; pero fatigado de sus inútiles esfuerzos. Ni abriendo con martillo un boquete en aquellas cabezas de piedra, lograría meter la luz de la verdad.

Jacobo, solo en la popa bajo la vela hinchada por el viento, apoyado en la borda y aniquilado de cansancio por los esfuerzos impuestos á su cuerpo debilitado, dejó su débil cabeza balancearse á merced del vaivén del barco, y en la dulce y tibia noche experimentó por primera vez después de mucho tiempo una sensación deliciosa de paz y de tranquilidad.

Aquella escena me afectó profundamente, tanto mas cuanto que sabia que tal ejemplo de miseria no era una excepcion. Toledo, por mucho que se haga, no saldrá de la miseria. Es un escombro que no tendrá resurreccion sino á virtud de esfuerzos inauditos. Fundada con un destino militar, segun las ideas de otra civilizacion, para ser una fortaleza el aislamiento es la condicion de Toledo.

Algunas veces, cuando los pretendientes eran muchos y apremiaba el tiempo, la atlota hablaba con dos a la vez, haciendo esfuerzos de habilidad para no dar la preferencia a uno sobre otro... Así continuaban los cortejos hasta que ella manifestaba su preferencia por un atlot, sin tener en cuenta la voluntad de sus padres. En esta corta primavera de su vida, la mujer era reina.

Á este fin deben dirigirse todos los esfuerzos. Si así no sucede, nos sobrará razon para decir que anda por medio la ignorancia ó el egoismo. Entre tanto, más vale algo que nada. El adagio que dice para poca salud más vale ninguna, es anti-cristiano, es inmoral.

Lo que sabía a ciencia cierta era que en don Fermín estaba la salvación, la promesa de una vida virtuosa sin aburrimiento, llena de ocupaciones nobles, poéticas, que exigían esfuerzos, sacrificios, pero que por lo mismo daban dignidad y grandeza a la existencia muerta, animal, insoportable que Vetusta la ofreciera hasta el día.

Pensé mucho sobre éstas, al parecer, pequeñeces, que eran, sin embargo, piezas muy considerables del cimiento en que se apoyaba la armazón de mis hipótesis; y al fin tuve que resolverme por la afirmativa, aunque en su grado mínimo, cuando vi los esfuerzos que costó a la pobre disimular a medias el deplorable efecto que le causó la noticia.

Muy de otro modo sucede en las verdades objeto de evidencia; no es necesario que yo piense, pero es tan necesario que lo que piensa exista, que todos mis esfuerzos no bastan para prescindir por un momento de esta necesidad.

Lo propio me sucede en todos los demás objetos que recuerdo haber visto: su presencia en mi interior depende de mi voluntad. Es cierto que á veces se representan objetos que no quisiera, y que cuesta trabajo hacerlos desaparecer, pero tambien lo es que bastan algunos esfuerzos para que al fin desaparezcan.