Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


Déjate de simplezas; reconoce que no tienes talento, como tenemos yo y del Laurel; y ocúpate de derecho y política, en los cuales no se necesita tanta inteligencia, o es, por lo menos, más fácil simularla. ¡Considera tu «Canto del Cisne» como el verdadero canto del cisne de tus ambiciones literarias!

Pues mira, eso es un insulto, una injusticia, porque si las he sofocado otras veces no ha sido por el materialismo del dinero, sino porque me gusta ver cumplir á la gente... para que no se diga.... Debe haber dignidad en todos. ¡A fe que tienes buena idea de mi!... ¿Iba yo á consentir que tus hijos, estos borregos de Dios, tuviesen hambre?... Deja, déjate el dinero.... O mejor, para que no lo tomes á desaire: partámoslo y quédate con veinticinco reales.... Ya me los darás otro día.... ¡Bribonazas, cuando debíais confesar que soy para vosotras como un padre, me tachais de inhumano y de qué yo qué!

Hombre, déjate de lecciones, ¡vamos á hacer día pichido! Día pichido llaman los estudiantes de Manila al que encontrándose entre dos de fiesta, resulta suprimido, como estrujado por voluntad de los estudiantes. ¿Sabes tu que verdaderamente eres un bruto? replicó furioso Plácido recogiendo su libro y sus papeles. ¡Vamos á hacer día pichido! repetía Juanito.

Conténtate, Anselmo, y no quieras hacer más pruebas de las hechas; y, pues a pie enjuto has pasado el mar de las dificultades y sospechas que de las mujeres suelen y pueden tenerse, no quieras entrar de nuevo en el profundo piélago de nuevos inconvenientes, ni quieras hacer experiencia con otro piloto de la bondad y fortaleza del navío que el cielo te dio en suerte para que en él pasases la mar deste mundo, sino haz cuenta que estás ya en seguro puerto, y aférrate con las áncoras de la buena consideración, y déjate estar hasta que te vengan a pedir la deuda que no hay hidalguía humana que de pagarla se escuse.

no eres ya un niño, y debes decidir por ti mismo estas cosas. ¡Yo!, ¡que vaya yo! murmuró el joven farmacéutico, sintiendo un temblor, un frío... Se ponía malo de sólo pensarlo. , , ... Déjate de miedos y vacilaciones. Si lo quieres hacer lo haces, y si no lo dejas.

...¡Cretino!... ¡Imbécil!... repetía Melchor contemplando a las dos muchachas que se alejaban llevadas por el hermano, en el carro bajo y ancho del colono. ¡Rufino, deme un vaso de cerveza; de la que está en el balde! No bebas más, Melchor... Déjate de pavadas, Lorenzo; tengo sed. Toma limonada. ¡Pero qué afán de darme consejos!... ¡Caramba!... Deme la cerveza, Rufino.

Déjate de supuestos, hijo, y dalo por cosa hecha... y para muy pronto: yo a qué atenerme sobre eso mejor que .

Pude decir entonces: Nunca tuve nombre. O, si lo tuve, ya no lo tengo. Lo he perdido. Y, aunque salamandra para los órganos materiales de mi cuerpo, ¡no retoñar mi nombre! Y transformose sucesivamente en una pantera, una garza, una culebra, una mosca, una corsa... Déjate de fastidiarme con tus mutaciones le observé severamente.

Pues chica, no pienses en salir de Madrid agregó la tarasca cogiéndola por un brazo, atrayéndola a y sentándola sobre sus rodillas . Hija de mi vida, ¿a quién quiero yo? A ti nada más. Lo que yo te diga es por tu bien. Déjate llevar; cásate, y si hay trampa, que la haya. Lo que debe pasar, pasa... Deja correr y haz caso de , que te he tomado cariño y soy mismamente como tu madre.

Nada, déjate de llorar ahora; lo que importa es que vayas a darle la cucharada de quinina a tu mamá. Después le pondremos un reparo sobre el estómago. El bueno de don Máximo procuró consolar a la niña, ocultándole el funesto presentimiento que abrigaba y se puso a dictar las medidas que su pobre ciencia cuanto rico deseo le sugerían.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando