United States or Suriname ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los matices y variados del Jaragüí y las flores vivísimas de sus huertos y vergeles, eran más desmayados y menos ricos que los colores de las marlotas y capellares de los mancebos, y que las sedas, velos y tocas de las zagalas que acudían en tropel a entrar por la puerta de Elvira para encontrarse en el espectáculo.

Candoroso e impresionable, D. José era como los niños o los poetas de verdad, y las sensaciones eran siempre en él vivísimas, las imágenes de un relieve extraordinario. Todo lo veía agrandado hiperbólicamente o empequeñecido, según los casos. Cuando estaba alegre, los objetos se revestían a sus ojos de maravillosa hermosura; todo le sonreía, según la expresión común que le gustaba mucho usar.

«No alborotes, hijo indicó la señora, molesta por el ruido ; deja en paz a Saúl». Poco después estaba el animal regiamente echado en medio de la sala, y parecía un león de ébano. Su hermosa cabeza destacábase soberbia, inteligente, a un tiempo cariñosa y fiera, sobre el ramaje de colores de la alfombra, y sus ojos devolvían en chispas vivísimas la lumbre de la chimenea.

Si habia yo probado ántes vivísimas impresiones en presencia de las bellezas salvages de esa naturaleza grandiosa del llano Boliviano, y de la cordillera oriental, en donde la vida no entra para nada en el conjunto, pues que nada se encuentra allí de lo que respecta al hombre, cuánto mayores no serian ellas, al descubrir yo estos lugares animados, estas llanuras sembradas de edificios, esos campos ricos y abundosos que despertaban en mi mente la imágen de mi patria!

En los fenómenos relativos á la reproduccion es fácil notar una serie de impresiones vivísimas, nacidas de la simple presencia de los objetos: y si bien es verdad que suelen presuponer la accion de algunos de los cinco sentidos, no obstante las variadas afecciones que con este motivo se producen en el alma, pertenecen á un órden totalmente distinto.

El doctor Voronof pretende haber descubierto, sencillamente, el secreto de la eterna juventud. «Nuestra vida dice el doctor Voronof no depende tanto del funcionamiento de los grandes órganos como de la secreción de ciertas glándulas, minúsculas algunas veces...» Al leer esto, le entran a uno vivísimas sospechas de que el doctor Voronof llama glándulas minúsculas a los talones del Banco de España, al papel moneda y a los distintos valores en curso, sospechas que se acentúan a medida que uno sigue leyendo: «Un hombre añade el sabio cirujano puede vivir sin riñón o sin estómago; pero si le suprimimos, por ejemplo, las cápsulas subrenales, muere...» Indudablemente piensa uno el doctor Voronof, llevado de su tecnicismo profesional, denomina cápsulas subrenales a las piezas de cinco pesetas.

Gritos, confusión, vivísimas interjecciones. D. Pantaleón, pálido y secándose la sangre con el pañuelo, se retira profundamente afectado a su dormitorio. La ciencia, la humanidad pierden una interesante monografía del perro. La familia Sánchez se estrechó un poquito para que cupiese Mario. En el cuarto donde antes alojaban las dos hermanas se aposentó ahora el matrimonio.

Reconciliáronse Sacramentalmente todos de nuevo con vivísimas muestras de dolor verdadero en loables prendas de su eterna salvación. Singularízose entre todos Francisca Forteza, pues a la última vuelta del garrote, pronunció el dulcísimo nombre de JESUS, como lo había prometido, en protestación de su Fe y de su amor.

No pasó mucho tiempo sin que la paz de los judíos fuese turbada. Congregados los obispos el año 303 en el Concilio Eliberitano prohibieron la comunicacion i tratos i contratos con ellos en lo posible, por cuanto intentaban con vivisimas i apretadas instancias llevar gente á la lei de Moisés.

En su fiebre se quedó aletargado, y en su letargo le pareció que de su cabeza brotaban llamas vivísimas que no podía sofocar, y que sus sesos hervían como un metal derretido. #La voz interior#. Aquel muchacho era sumamente impresionable, nervioso, de temperamento ideal, dispuesto á vivir siempre de lo imaginario.