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Pues el amor de este no tiene nada de respetuoso dijo Amaranta, mirando con picaresca atención a doña Flora . Mi amiga, que me está oyendo, es testigo de la impetuosidad y desconsideración de este violento joven. D. Pedro fijó sus ojos en doña Flora.

Veintisiete años con más mundo que el que descubrió Colón, color sonrosado, ojos de más preguntas y respuestas que el catecismo, nariz de escribano por lo picaresca, labios retozones, y una tabla de pecho como para asirse de ella un náufrago, tal era en compendio la muchacha.

En estado normal era una de esas beldades serenas, de aspecto castísimo, en cuya contemplación se deleita el alma; y luego, cuando menos podía esperarse, aquella placidez y decoro dejaban el puesto a una sonrisa picaresca, hija de una sensualidad mimosa y dulce, natural y espontánea, que le resplandecía en los ojos abrillantándole las miradas, o parecía florecer en la humedad rojiza de los labios.

Pero, ¿no sabes una cosa?, que hoy hemos tenido la gran bronca ese y yo, porque le dije aquello... ¿Lo de...? apuntó Aurora, suspendiendo otra vez el trabajo, y mirando a su amiga con intención picaresca. ... Se enfadó tanto, que concluimos mal. ¡Ay, qué pena tengo! Porque si es calumnia, figúrate, ¡qué barbaridad ir con esa historia!

¿Permítame que encienda aquí este cigarrillo, pues la luz del fósforo ahí fuera podría llamar la atención? Con la ayuda de esta luz pudo ver a Catalina bonitamente encuadrada en la ventana. Consumiose la cerilla lentamente entre sus dedos, y una sonrisa picaresca asomó en los labios de Catalina.

Y, sin embargo, era evidente que buscaba las ocasiones en que estuviese sola. A ninguna mujer se le hubiera escapado esta táctica, pero mucho menos a Elena que era traviesa y picaresca y se gozaba en verle apurado. La timidez de un hombre tan maduro halagó mucho su vanidad y la riqueza que se le suponía también. Principió a coquetear con él de lo lindo.

En 1899 se asoció con Bartolito Mitre para fundar una revista ilustrada, que llegó a ser la popularísima Caras y Caretas, hoy convertida en magna empresa que coopera al desenvolvimiento de las artes y las letras. Su obra propiamente literaria consta de cinco libros, en los que supo sacar partido de sus cualidades de observador y de su estilo lleno de gracia picaresca.

Jacinta notaba en los ojos de este algo de intención picaresca. De buena gana se escondería detrás de una cortina para estafarles sus secretos a aquel par de tunantes. Desgraciadamente tenía que ir al comedor a cumplir ciertas órdenes que Barbarita le había dado... Pero daría una vueltecita, y trataría de pescar algo... «Cuenta, chico, cuenta. Estábamos rabiando por verte».

No nos sería posible ya atravesar otra vez el campo dijo Adelaida. Parémonos, pues, en la primera casa repuso aquella. La primera casa dijo Adelaida, mirando a través de la naciente oscuridad, es del squire Robinson dijo y echó a Carolina una mirada picaresca que hasta en su inquietud y miedo hizo que las mejillas de la niña se tiñeran de carmín. ¡Eso es!

De vuestra pasta se han hecho santos, guerreros, poetas y mil hombres eminentes. ¿Es esta una masa podrida que no sirve ya para nada? ¿Debéis desaparecer para siempre, dejando el puesto a otra cosa mejor, o sois capaces de echar fuera la levadura picaresca, oh nobles descendientes de Guzmán de Alfarache?... Adiós, Sr. Monipodio, Celestina, Garduña, Justina, Estebanillo, Lázaro, adiós.