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Dicho manuscrito, que constituye un abultado tomo, pudiera llamarse la Crónica del Convento, y fué redactado por uno de los últimos religiosos que habitaron aquella soledad por el P. Fr.

16 Los cuales habitaron en Galaad, en Basán, y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos. 18 Los hijos de Rubén, y de Gad, y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada, que entesaban arco, y diestros en guerra, cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a batalla.

40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fue cuatrocientos treinta años. 41 Y pasados cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron todos los ejércitos del SE

En España los cuarteles y presidios han heredado, en lo general, á los frailes que habitaron los conventos suprimidos; pero es justo decir que las bibliotecas, los museos y las oficinas de administracion han tenido su parte en la herencia. Valladolid tuvo la bobería de veinte conventos de monjas y diez y nueve de frailes, sin perjuicio de las numerosas capillas y las iglesias parroquiales.

39 Y llegaron hasta la entrada de Gedor hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados. 41 Y estos que han sido escritos por sus nombres, vinieron en días de Ezequías rey de Judá, e hirieron sus tiendas y estancias que allí hallaron, y los destruyeron, hasta hoy, y habitaron allí en lugar de ellos; por cuanto había allí pastos para sus ganados.

Isidro descendió del cerro por los sembrados para no encontrarse con Zaratustra, pensando, mientras caminaba, en el medio de sacar unas pesetas más del famoso tesoro oculto en sus bolsillos. Bien entrado el otoño, Isidro y Feli fueron a vivir en las Cambroneras. Después de abandonar la casa del hermano Vicente, habitaron un cuarto interior en la calle de Embajadores.

En esos pueblos viejos se puede ver cómo fue adelantando el hombre, porque después de las capas de la edad de piedra, donde todo lo que se encuentra es de pedernal, vienen las otras capas de la edad de bronce, con muchas cosas hechas de la mezcla del cobre y estaño, y luego vienen las capas de arriba, las de los últimos tiempos, que llaman la edad de hierro, cuando el hombre aprendió que el hierro se ablandaba al fuego fuerte, y que con el hierro blando podía hacer martillos para romper la roca, y lanzas para pelear, y picos y cuchillas para trabajar la tierra: entonces es cuando ya se ven casas de piedra y de madera, con patios y cuartos, imitando siempre los casucos de rocas puestas unas sobre otras sin mezcla ninguna, o las tiendas de pieles de sus desiertos y llanos: lo que se ve es que desde que vino al mundo le gustó al hombre copiar en dibujo las cosas que veía, porque hasta las cavernas más oscuras donde habitaron las familias salvajes están llenas de figuras talladas o pintadas en la roca, y por los montes y las orillas de los ríos se ven manos, y signos raros, y pinturas de animales, que ya estaban allí desde hacía muchos siglos cuando vinieron a vivir en el país los pueblos de ahora.

3 Y se fue David de allí a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: Yo te ruego que mi padre y mi madre estén con vosotros, hasta que sepa lo que Dios hará de . 4 Los trajo, pues, a la presencia del rey de Moab, y habitaron con él todo el tiempo que David estuvo en la fortaleza. Y David se partió, y vino al bosque de Haret.

3 Y habitaron en Jerusalén de los hijos de Judá, de los hijos de Benjamín, de los hijos de Efraín y Manasés: 4 Utai hijo de Amiud, hijo de Omri, hijo de Imri, hijo de Bani, de los hijos de Fares hijo de Judá. 5 Y de Siloni, Asaías el primogénito, y sus hijos. 6 Y de los hijos de Zera, Jeuel y sus hermanos, seiscientos noventa.

Poco a poco fuí olvidando mi episodio fantasmagórico; y al mismo tiempo, como gradualmente mi espíritu se serenaba, volvían a él las antiguas ambiciones que lo habitaron: un nombramiento de Director General, el seno amoroso de Lola, bisteks más tiernos que los de doña Augusta. Mas tales regalos me parecían tan inaccesibles, tan fuera de la realidad, como los propios millones del Mandarín.