United States or Japan ? Vote for the TOP Country of the Week !


La vista de un vapor que levaba anclas para Hong Kong le inspiró una idea: irse á Hong Kong, escaparse, hacerse rico allí para hacer la guerra á los frailes.

Si Filipinas tuviera una verdadera historia, se vería hasta qué punto fueron los frailes españoles en las memorables jornadas en que el invicto Simón de Anda dejó la toga por el talabardo, oponiendo la fuerza á la fuerza, la espada á la dominación, la argucia á la mayoría y el heroismo á la desigual lucha.

Solamente en Madrid, durante aquel siglo, se fundaron diez y seis conventos de frailes, diez y siete de monjas, nueve iglesias, seis hospitales y seis colegios; es decir, que se fundaron cincuenta y cuatro establecimientos piadosos, de los cuales sólo eran de beneficencia doce. Esto sin contar un número igual de fundaciones anteriores.

Bien sabían los frailes que el bendito hermano Toribio había muerto hacía más de veinte años; pero la institución creada por él florecía, prestando al glorioso fundador una existencia inmortal y mitológica.

El dilema es inevitable: ser comido lentamente por los frailes, los derviches, los bonzos, con elevada mortalidad y miseria grande, para ser luego despojado o absorbido de golpe por los rivales o levantarse y andar como ellos.

Entonaron los frailes los suaves cánticos rituales; nubes de incienso se difundieron por las naves del templo; pero aunque Fray Baltasar quiso concentrar su atención en el oficio, volaba su imaginación y sentía grande angustia al pensar que su arte, tan maravilloso que asombraba al mundo, había desaparecido, quizá para siempre.

Escondidamente, pues no podía ser de otro modo, murmuraban de ello los frailes atribuyéndolo á tacañería más bien que á higiene, y trataban de elegir unos cuantos que en comisión representativa y á nombre de todos, manifestase el descontento de la comunidad al mismo P. Prior, suplicándole volviesen las cosas al antiguo ser y estado.

Cecilia aun no se ha popularizado entre los ciervos y jabalíes de Bosoboso, S. E. con la banda de música y su cortejo de frailes, militares y empleados no pudo pillar ni un solo raton, ni una sola ave.

Entonces estaba yo cerril; pero ya V. se hará cargo de que me he pulido bastante peregrinando por esos mundos, y de que ahora son otras mis aficiones y muy diversos mis cuidados. Los frailes compañeros de V. no tendrán ya necesidad de amenazarme con los Toribios. Mi estancia en el lugar no traerá perturbación alguna; antes, por el contrario, yo me lisonjeo de que reporte algunas ventajas.

Aquí se detuvo para tomar aliento, porque su desgraciado destino le había hecho caer inmediatamente bajo el cuerpo de dos frailes y de un carnicero.