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Al escuchar las explicaciones que le dio Jaime, al enterarse de su antiguo respeto al pasado y de aquella sumisión a la influencia de los muertos que había entorpecido su vida, confinándolo en una isla apartada, Valls quedó silencioso y abstraído. ¿ crees que los muertos mandan, Pablo?... El capitán se encogió de hombros. Para él no había en el mundo nada absoluto.

Desmontábanse los jinetes, hablando con animación de los incidentes de la corrida. Carmen vio a Potaje apearse con toda la pesadez de su vigorosa humanidad, lanzando una retahila de maldiciones al «mono sabio» que le ayudaba torpemente en su descenso. Parecía entorpecido por sus ocultas perneras de hierro y por el dolor de varios batacazos.

Cuando la fiebre mucosa ha llegado á su mayor altura, la brionia calma el estado nervioso casi entorpecido y la cefalalgia supra-orbitaria violenta. =B.= Fiebres nerviosas graves. En las fiebres nerviosas, el estado congestivo de las meninges, el delirio activo, los gritos durmiendo, el despertar sobresaltado, y los dolores lancinantes y dislacerantes son propios de brionia.

Hablaba con sus compañeros de mesa, pero sin apartar la atención del exterior, con el hábito de vivir a todas horas pronta a la resistencia o a la fuga, cifrando su honra en no ser sorprendido nunca. Cuando acabó de comer aceptó de Potaje un vaso más, el último, y quedó con una mano bajo la mandíbula, mirando hacia afuera, entorpecido y silencioso por la digestión.

Así ves, Andrés mío, a los batuecos, a quienes una larga costumbre de callar ha entorpecido de lengua, no acertar a darse mutuamente los buenos días, tener miedo, pazguatos y apocados, a su propia sombra cuando se la encuentran a su lado en una pared, y guardándose consideraciones a mismos por no hacerse enemigos, sucediéndoles precisamente que se mueren de miedo de morirse, y que es la especie de muerte más miserable de que puede hombre morir.

No creo que yo pueda volverle a tomar gusto a la vida, que pueda volver a ser lo que era antes de que las preocupaciones materiales y mi pasión por Marta hubieran entorpecido y vaciado mi pobre cabeza. La misma Marta, mi misma querida mujer, en los tres años que duró nuestra apacible dicha, no pudo obtener este resultado.

Y este hombre galante, que es una especie de español de los que ya no se ven, me abandonó á mis reflexiones. 1.º de octubre. ¡Singular acontecimiento! Aunque sus consecuencias no hayan sido hasta aquí de las más felices, me ha producido mucho bien. Después del duro golpe que me hirió, había quedado como entorpecido por el dolor.

Le dio miedo esta extensión, rasa a la vista, que ocultaba las desigualdades del suelo, las cunetas, los hoyos de los árboles, los declives de los desmontes. Su pensamiento, quebrantado por el hambre, entorpecido por el frío, creyó ver, con tétrica alucinación, la imagen de su vida futura en esta planicie blanca, silenciosa, monótona.

Remedio no tiene lo que hecho habéis; que, de una parte, a esa, que honrada era, y que por vos sin honra gime, dicho se está que la debéis la honra; en cuanto a , yo no os amo; engañada estaba, y harto diferente de lo que sois os creía cuando os amaba, o mejor dicho, amaba en vos un sujeto de mi fantasía: de mi sueño he despertado; el fantasma de mi amor ha desaparecido; la estrella de mi esperanza se ha nublado, y el aliento de mi vida es ya un fuego del infierno que resistir no puedo, que el corazón me abrasa y en la desesperación de los condenados me arroja; que yo, antes de conoceros, el amor no conocía, y cuando le conocí, le amé, y tanto, que en tan poco tiempo, en mi vida, en mi única existencia posible trocose; y cuando le pierdo, cuando veo lo imposible de recobrarle, siento y conozco, sin que me quede ni aun el consuelo de una duda, que sin él vivir no puedo; y ya que sabéis esto, y que comprender debéis si es que ya la pasión, o el empeño, o el vicio y la maldad no os han entorpecido el entendimiento, que vos, causa de mi amor, no podéis ser mi amor, porque en vos no hallo lo que mi alma en el amor hallar deseaba; renunciad a toda esperanza de que yo, olvidándome de quién soy, y de lo que a mi honra y a mi conciencia debo, mi perdón os otorgue, por esposo os reciba y en vuestros brazos me eche.

Si el estado agudo de la quina corresponde á la constitucion linfático-sanguínea, su estado crónico y discrásico está en relacion con el temperamento linfático, con la constitucion fria y floja, en la que el procesus plástico está lánguido y como entorpecido; en este caso, ya lo hemos indicado, el moral está afectado en armonía del organismo; los dos parecen en vías de disolucion: el organismo con estancacion de materiales destinados á la reparacion de los órganos ó á la eliminacion por las vías escretorias, y el moral con la apatía característica de este medicamento.