United States or Papua New Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pues yo les voto a tal que si me traen a las manos otro algún enfermo, que, antes que le cure, me han de untar las mías; que el abad de donde canta yanta, y no quiero creer que me haya dado el cielo la virtud que tengo para que yo la comunique con otros de bóbilis, bóbilis.

Marta sorprendió aquel gesto, y llamándole a solas al pasillo se abrazó a él sollozando: ¡Don Máximo de mi vida, por Dios, cure usted a mi madre!... ¡; mi madre se muere..., ..., se muere!... Yo le he visto a usted hacer un gesto...

«Enmudezca la trompa fratricida «Y cure la piedad vuestros dolores, «Sin prodigar vuestra preciosa vida «Ni á torpes demagogos ni á opresores. «De los meteoros conjurad la influencia: «Disiparánse como el humo vano. «Pueblos, formad una Santa-Alianza «Y presentaos la mano.

Y vuestra merced no se cure de ir por agora a ver a mi señora Dulcinea, sino váyase a matar al gigante, y concluyamos este negocio; que por Dios que se me asienta que ha de ser de mucha honra y de mucho provecho. -Dígote, Sancho -dijo don Quijote-, que estás en lo cierto, y que habré de tomar tu consejo en cuanto el ir antes con la princesa que a ver a Dulcinea.

Y don Juan se sonrió de una manera franca, abierta, natural, tranquila. ¡Oh! ¡, , hijo mío! dijo Quevedo conmovido ; tenéis un hermoso corazón y un valor como hay pocos; ello pasará, ello pasará; vuestro corazón es todo entero de doña Clara, y ella será el ángel glorioso que os cure de ese otro ángel condenado.

Sup.^co a V. M.^d, a su natural Piedad digo, q. con ella lo quiero auer, me haga merced de mandar escriuir al Prior de esta Abbadía, que me recoja en ella para q. me cure, pues no estoy para passar casi de una casa a otra, ó para q. si muriese, tenga cerca la sepultura, y algun amigo al lado.

Lo que le ruego a vuestra merced es que se cure, que le va mucha sangre de esa oreja; que aquí traigo hilas y un poco de ungüento blanco en las alforjas. -Todo eso fuera bien escusado -respondió don Quijote- si a se me acordara de hacer una redoma del bálsamo de Fierabrás, que con sola una gota se ahorraran tiempo y medicinas. ¿Qué redoma y qué bálsamo es ése? -dijo Sancho Panza.

¡Tonterías! respondió Ben-Tovit con acento burlón . ¡Si posee, en efecto, el don de curar, que me cure a el dolor de muelas! Y tras un corto silencio añadió: ¡Dios mío, qué polvareda han levantado! ¡Ni que fueran un rebaño! Debían de echarlos a palos. ¡Llévame abajo, Sara! Su mujer tenía razón. El espectáculo le había distraído un poco, o quizá el estiércol pulverizado le había aliviado.

841 A la viuda, en cuanto pude, un trapo le manotié; busqué la ruda y al pie, puesto en cruz, hice mi rezo; pero, amigos, ni por eso de mis males me curé. 842 Me recetó otra ocasión que comiera abrojo chico; el remedio no me esplico, mas, por desechar el mal, al ñudo en un abrojal a ensangrentarme el hocico.

Entre sus compañeros tremolaba el estandarte del oscurantismo; pero de poco acá había en su pensamiento reservas, condescendencias, debilidades...; en fin, que el angelito estaba algo tocado del virus... «Del virus revolucionario repitió Bringas dos o tres veces mientras le rapaban , y es preciso que eso se te cure de raíz. Ya verás, ya verás la que se arma si triunfa esa canalla.