United States or Aruba ? Vote for the TOP Country of the Week !


Habrá que ve a la Macarena decían en los corrillos comentando la decisión del torero . La señá Angustias va a llená el «paso» de flores. Lo menos se gasta sien duros. Y Juaniyo va a ponerle a la Virgen toas sus alhajas. ¡Un capitá!... Así era. Gallardo reunía todas sus joyas y las de su mujer para que las luciese la Macarena.

Nélida, por un brusco cambio de su carácter tornadizo, hablaba ahora con tristeza y miedo. Contaba los días que faltaban para la llegada a Buenos Aires. ¡Cuán pocos eran!... Recordaba a su hermano mayor, el rudo estanciero, que en las últimas cartas enviadas a Berlín profería contra ella terribles amenazas, comentando las denuncias que le había dirigido el hermano pequeño.

Gastón Deschamps lo hacía notar en Francia, hace poco, comentando la iniciación tardía de las jóvenes generaciones, en la vida pública y la cultura de aquel pueblo, y la escasa originalidad con que ellas contribuyen al trazado de las ideas dominantes.

Contestóle Diógenes una de sus indecentes paparruchas, que rieron todos en coro, y detúvose, en efecto, en el balneario para beber una enorme copa de ginebra, que tomó, según su costumbre, echando antes en el fondo un par de terrones de azúcar. Volvióle el alcohol la salud y la alegría, y desde Cestona hasta Azpeitia charló sin cesar, comentando, con grandes risas de todos, su tremendo batacazo.

Mesía con un mohín le suplicó que esperase.... Y hablando en tono confidencial, comentando los sucesos del día, las bromas, los juegos, estuvieron a la luz de la luna cerca de una hora todavía; Ana y su marido dentro, Paco, Joaquín y Álvaro en la galería.... Don Víctor estaba en sus glorias.

Las gentes lo apodan «el queso», por su forma, y algunos especializan llamándolo «el camambert». En torno de su baranda y en los bancos adosados á ella vivía el alma de Monte-Carlo, se encontraban las gentes, cambiando chismes y murmuraciones, pidiendo noticias á los que salían del Casino, comentando la fortuna ó la desgracia de los jugadores célebres.

Comentando, explicando e interpretando los antiguos filósofos, como Platón y Aristóteles, se formaba una nueva filosofía, se abrían esplendidos y dilatados horizontes, y se descubrían caminos y términos con los que Aristóteles y Platón jamás habían soñado.

La noche había cerrado, y todo el mundo se retiró á sus casas. Los confiteros, las fruteras, los taberneros ambulantes habían levantado y plegado sus bártulos, los habían acomodado sobre sendos borricos y caminaban la vuelta de sus casas comentando la aciaga jornada de los de Entralgo. En la Bolera tampoco había nadie.

Era costumbre tradicional en las Claverías: Gabriel recordaba haber visto lo mismo en su infancia. Si se hablaba del arzobispo anterior, aquella gente, habituada a la murmuración, como todos los que viven en cierto aislamiento, soltaba la lengua comentando su historia y sus defectos. A prelado muerto no había que temerle.

Todos hacían esfuerzos por parecer alegres; se hablaba en voz alta, se reía comentando la torpeza del criado, el miedo de Manuel Antonio a volcar. Traslucíase, no obstante, una gran tristeza. Cuando la conversación se interrumpía, las frentes se arrugaban, los semblantes se oscurecían. Al entablarla de nuevo, las palabras resonaban lúgubremente en el lujoso comedor.