United States or Monaco ? Vote for the TOP Country of the Week !


No se meta usted en mis dominios, señora. ¡Eh!... Nela gritó Sofía, viendo que la muchacha estaba a larga distancia . No te alejes mucho; que te vea yo para saber lo que haces. ¡Pobre criatura! dijo Carlos . ¡Quién ha de decir que eso tiene diez y seis años!

D. Teodoro dijo la Nela tenía menos que , porque vas a tener cinco duros, y con cinco duros parece que todo se ha de venir a la mano. Aquí de los hombres guapos. Don Teodoro y D. Carlos eran como los pájaros que andan solos por el mundo. Ellos con su buen gobierno se volvieron sabios.

Con todas las voces de mi alma le he dicho a la Santísima Virgen que si devuelve la vista a mi primo, haré de ti una hermana: serás en mi casa lo mismo que soy yo, serás mi hermana. Diciendo esto la Virgen estrechó con amor entre sus brazos la cabeza de la Nela y diole un beso en la frente.

Echaremos por estos prados adelante replicó la Nela, metiendo su mano en una de las faltriqueras de la americana del mancebo . ¿A ver qué me has traído hoy? Busca bien y encontrarás algo dijo Pablo riendo. ¡Ah, Madre de Dios!

Cuando la señorita se apartaba del zarzal, D. Manuel acertó a ver a la Nela a punto que esta había caído completamente de su burro, y dirigiéndose a ella, gritó: ¡Oh!... ¿aquí estás ?... Mira, Florentina, esta es la Nela... recordarás que te hablé de ella. Es la que acompaña a tu primito... a tu primito. ¿Y qué tal te va por estos barrios?... Bien, Sr.

La vista. ¿Qué sientes cuando estás alegre? ¿Cuándo estoy libre, contigo, solos los dos en el campo? . Pues siento que me nace dentro del pecho una frescura, una suavidad dulce.... ¡Ahí te quiero ver! ¡Madre de Dios! Pues ya sabes cómo brilla el sol. Con frescura. No, tonto. ¿Pues con qué? Con eso. Con eso; ¿y qué es eso? Eso afirmó nuevamente la Nela, con acento de la más firme convicción.

Cuidado.... Anda delante de nosotros.... Cuidado, te repito.... Mira que voy detrás observando lo que haces. Púsose de nuevo en marcha la familia, precedida por la Nela. Lili miraba a su ama por encima del hombro de la Nela, y parecía decirle: «¡Ay, señora; pero qué boba es usted

Yo la quiero a usted mucho, la adoro repitió Marianela besando los pies de la señorita pero no puedo, no puedo.... ¿Qué no puedes?... Levántate, por amor de Dios. Florentina extendió sus brazos para levantarla; pero sin necesidad de ser sostenida, la Nela levatose de un salto, y poniéndose rápidamente a bastante distancia, exclamó bañada en lágrimas: No puedo, señorita mía, no puedo.

¿Qué haces, Nela? dijo el muchacho después de una pausa, no sintiendo ni los pasos, ni la voz, ni la respiración de su compañera . ¿Qué haces? ¿Dónde estás? Aquí replicó la Nela, tocándole el hombro . Estaba mirando el mar. ¡Ah! ¿Está muy lejos? Allá se ve por los cerros de Ficóbriga. Grande, grandísimo, tan grande, que se estará mirando todo un día sin acabarlo de ver, ¿no es eso?

Parece que se efectuaba sobre la tosca muchacha el potente y fatal dominio que la inteligencia superior ejerce sobre la inferior. Triste y silenciosa recostó su cabeza sobre el hombro de Teodoro. Vamos allá dijo este súbitamente. La Nela tembló toda.